Pasan los días y la incógnita sobre el futuro de James Rodríguez sigue en el aire. Algunos llegaron a pensar que tanto viaje a Miami tenía que ver con su llegada a la MLS, sin embargo, el colombiano lo ha desmentido tajantemente y se mantiene con la idea de volver al fútbol europeo para una revancha de lo que sucedió en el Everton con Rafa Benítez al mando.
James se resiste a pensar que sus mejores años se han ido, por eso le ha dedicado tiempo en sus vacaciones a fortalecerse físicamente en busca de recuperar esa forma con la que hizo maravillas para la Selección Colombia y dio el gran paso al Real Madrid.
Aún queriendo, la tarea no es nada fácil, pues las constantes lesiones le han jugado malos ratos, incluso en una liga de menos exigencias como la de Catar. El 10 no pudo disputar ni un solo minuto en la Champions League asiática a raíz de los problemas musculares en el sóleo, que han sido pan de cada temporada.
Lo último que dijo el Al-Rayyan al respecto de James Rodríguez es que estaría fuera al menos tres semanas y, por tanto, decidieron finalizar su temporada anticipadamente. Días después se vio al jugador compartiendo con familia y amigos, alejado de las canchas, aunque a la espera de las noticias que le pueda traer su representante Jorge Mendes.
Recuperado de todas las dolencias, el volante invitó a sus seres queridos a disputar partidos en la cancha sintética de su casa, al tiempo que convertía el baloncesto en otra de sus fuentes de actividad física.
Pero para un deportista de alto rendimiento jugar ‘picaditos’ no es suficiente. Por eso, James ha decidido contratar la asistencia de un profesional para reactivar su cuerpo y prepararse para una eventual pretemporada en el equipo que decida contratarlo.
El fisioterapeuta Carlos Palomeque compartió este domingo una serie de videos en los que se ve el arduo trabajo que realiza junto al jugador de la Selección Colombia. Aunque la parte central del entrenamiento incluye trabajo con pesas para piernas, brazos y abdomen, también incluye un segmento en el que se pone a prueba la destreza mental y los reflejos, al mejor estilo de los pilotos de la Fórmula 1.
El trabajo de Carlos Palomeque es bien reconocido entre los deportistas colombianos que lo buscan a la hora de optimizar sus capacidades físicas o recuperarse de lesiones. Yerry Mina, Darwin Andrade y hasta la medallista olímpica Caterine Ibargüen forman parte de la lista de figuras con las que ha trabajado el fisioterapeuta.
El objetivo de James con este riguroso trabajo es estar listo para la apertura del mercado de verano en Europa el próximo 1 de julio. Ese día marcará la recta final del periodo de vacaciones para el colombiano que espera tener buenas opciones sobre la mesa, aún cuando está pendiente de resolver la vigencia del contrato con el equipo catarí que espera recibir alguna remuneración económica por parte del equipo que se decida por fichar al 10.
Esta es una temporada clave para la carrera de James, pues las decisiones tomadas en los últimos años han provocado una caída más que evidente en sus aspiraciones y, al tiempo, en su valor para el mercado.
Cuando llegó al Everton en septiembre de 2020, el volante de 30 años tuvo un valor de 35 millones de euros, cifra que de alguna manera lo puso de nuevo en la órbita del fútbol mundial tras su último ciclo en el Real Madrid. Después, en marzo de 2021, cayó a 30 millones y luego llegó a los 28 millones, siendo en ese momento su peor registro desde que dejó al Porto de Portugal.
Con ese valor arribó al Al-Rayyan de Catar, equipo que no contribuyó a su valorización, pues desde septiembre de 2021 su costo de mercado ha ido con tendencia a la baja. Primero, en octubre de 2021, descendió a 20 millones de euros, en enero de 2022 pasó a 15 millones y en la más reciente actualización bajó a los 13 millones.