El duelo de Premier League entre Manchester City y Wolverhampton se robó las miradas del mundo tras la insólita acción del delantero mexicano Raúl Jiménez, que recibió una tarjeta roja por doble amarilla con apenas 32 segundos de diferencia entre cada una.
Al minuto 45+1, Jiménez fue amonestado por una falta sobre Rodri y luego, en el mismo sector del campo, impidió el cobro del jugador del City, situación que obligó al árbitro, Jonathan Moss, a mostrarle la segunda tarjeta y dejar con 10 jugadores a los Wolves.
Inmediatamente, los jugadores del conjunto visitante rodearon al árbitro pidiéndole explicaciones, mientras el mexicano se tomaba la cabeza incrédulo por lo sucedido.
Al final, Adama Traoré intentó mostrarle apoyo a su compañero, mientras algunos rivales lo increpaban pidiéndole que saliera rápido del campo de juego. Al darse cuenta de su error, Jiménez salió entre risas y se dirigió al vestuario, no sin antes recibir el aplauso de sus hinchas y chocar la mano con el técnico Bruno Lage.
“Sorprendentemente, resultó en una de las expulsiones más extrañas en la historia de la Premier League”, tituló el diario The Sun haciendo referencia a la doble amarilla que recibió el 9 del Wolverhampton. El ex-Manchester United Rio Ferdinand opinó que Jiménez “después se sintió avergonzado al darse cuenta de lo que había hecho. Creo que la razón por la que tardó tanto tiempo en salir de la cancha fue porque estaba muy avergonzado”.
Tras la expulsión, medios ingleses han hecho eco de las palabras del director técnico de los Wolves, quien, en la previa del partido, aseguró que el City debería poner sus ojos en un jugador como el mexicano. “Imagina a Raúl jugando para el Man City, me lo planteo porque él conoce ese juego, sabe cómo jugar por dentro, sabe cómo jugar en el área, corre mucho cuando estás defendiendo. Tiene todo el perfil”, dijo.
El City sufrió para ganar
Manchester City tuvo que esperar al segundo período y encontrarse en superioridad numérica para ganarle por la mínima a Wolverhampton y consolidar su plaza de líder de la Premier League, este sábado en la decimosexta jornada.
Con 38 puntos, los hombres de Pep Guardiola se colocaron fuera del alcance de Liverpool, segundo a cuatro puntos, y Chelsea, tercero a cinco unidades, pero la victoria fue laboriosa.
Guardiola había efectuado su rotación habitual, dejando a Phil Foden, Kevin De Bruyne o Riyad Mahrez en el banquillo al inicio del partido, para colocar a Gabriel Jesus y Jack Grealish como titulares.
La fisonomía del partido fue de control del líder, pero se encontró a un equipo del Wolves (octavo con 21 puntos) bien organizado, por lo que el City tardó en encontrar oportunidades netas de marcar.
El rumbo del partido cambió al final del primer período con la expulsión de Jiménez, que le permitió al City tomar muchos más riesgos en el complemento.
Las ocasiones fueron después más netas, por medio de Gabriel Jesus (46 y 80); Ilkay Güdongan, cuyo cabezazo fue despejado por un defensa en la línea de gol (55); Bernardo Silva (72), o Foden (89), quien entró en juego en el 56.
El City se tuvo que contentar con ganar por un pequeño margen, tras un penal señalado por una mano de João Moutinho, transformado por Raheem Sterling para el 1-0 al 66.
Una mano salvadora del portero Ederson, tras un cabezazo de Max Kilman al final del partido (90+2), le permitió al City mantener la victoria. Este triunfo no será el más bonito de la temporada, pero al final será importante o decisivo en la lucha por el título.
*Con información de la AFP.