El partido entre Villarreal y Atalanta, que debía disputarse el miércoles (8 de diciembre) pero se aplazó por la fuerte nevada que cayó en Bérgamo, se disputó este jueves para definir el último clasificado a la fase de octavos de final de la Champions League, en un grupo F que ya tenía como vencedor al Manchester United de Cristiano Ronaldo.
Duván Zapata fue titular en el equipo de Gianpiero Gasperini, mientras que Luis Fernando Muriel tuvo que ver el partido desde el banquillo. Apenas a los dos minutos de partido, un rechazo desde el campo del Submarino dejó habilitado a Arnaut Danjuma para que definiera entre las piernas de Musso y decretara el primero del conjunto español.
Acto seguido, Atalanta intentó responder y tuvo varias opciones claras de vulnerar el arco defendido por Gerónimo Rulli, quién le atajó un remate lejano a Freuler y luego apareció nuevamente para ahogar el grito de gol que por poco se escucha en Bérgamo gracias al cabezazo de Merih Demiral.
Zapata no tuvo muchas opciones claras en el primer tiempo metido entre los centrales, dejando la responsabilidad ofensiva a Ilicic que tuvo más espacio para moverse en el frente de ataque. Pese a que los italianos tuvieron las mejores acciones de peligro, antes del final del primer tiempo llegó el segundo de Villarreal a través de Capoue, con un potente disparo dentro del área que fue imposible de detener para Musso.
Gasperini buscó mover las fichas en el entretiempo, pero rápidamente el Submarino marcó el tercero y sepultó las opciones de clasificación para el Atalanta. Danjuma recibió casi sobre el área chica, giró y con un toque de zurda la mandó al fondo firmando su doblete.
Muriel saltó a la cancha sobre los 54 minutos, en lugar de De Roon, para intentar salvar un partido que estaba cuesta arriba luego del tercer golpe por parte del Villarreal. Atalanta llegaba tercero a esta fecha, razón por la cual solo le servía ganar para continuar en carrera en la Champions League, cuatro goles que a esa altura no sabía donde encontrar.
“Danjuma vuelve a golpear, con el tercer gol que hunde las esperanzas de la Diosa”, título Gazzetta dello Sport en medio del partido, enmarcando lo que era el silencio en las gradas y el frío que se volvía pesadilla en la noche bergamasca.
Atalanta no mostraba la rebeldía de otros partidos donde estuvo por debajo del marcador e hizo gala de su capacidad goleadora para darle vuelta a las situaciones más complicadas. Ni Zapata, ni Ilicic, ni el ingreso de Muriel, parecían funcionar para romper la resistencia de Rulli.
Apenas al minuto 70, el ucraniano Ruslan Malinovskiy logró el descuento con un disparo de media distancia que se desvió en el camino y descolocó al arquero argentino entrando a ras de suelo para el 3-1 transitorio.
El envión anímico de los locales fue mucho más fuerte cuando un pase al vació dejó a Duván Zapata de frente con Rulli. El colombiano alzó su mirada al arco y con un sutil toque por encima marcó el segundo de su equipo sobre los 80 minutos.
El Toro tuvo el tercero sobre el 85, pero el remate se fue muy al centro del arco permitiendo el control en las manos del arquero del conjunto español que terminó pidiendo la hora para poder quedarse con los tres puntos. En la siguiente jugada, el que levantó de los asientos a los hinchas fue Muriel con un potente remate que se estrelló en el vertical derecho.
El sufrido triunfo por 3-2 deja al Submarino clasificado a octavos de final de la Champions instalado en el bombo 2 del sorteo que se realizará el próximo lunes (13 de diciembre) por parte de la UEFA. Atalanta, por su parte, entrará a la fase eliminatoria de la Europa League con otros equipos de renombre como Borussia Dortmund, Barcelona, Porto, Sevilla, entre otros.