Deportes Quindío vive uno de los momentos más complicados de su historia a raíz de los enfrentamientos que ya se han vuelto costumbre entre los jugadores y la hinchada.
A lo largo del semestre, el conjunto cuyabro ha venido perdiendo el cariño de su afición e incluso la policía ha tenido que intervenir en el estadio y la sede deportiva para evitar alteraciones del orden público.
Aunque el Quindío si clasificó a cuadrangulares de la mano del argentino Oscar Héctor Quintabani, nuevamente se desinfló en las finales y provocó una gran molestia entre los pocos seguidores que asisten domingo a domingo al estadio Centenario de Armenia.
Después de terminar cuartos en el ‘todos contra todos’, los cuyabros apenas sumaron tres unidades en la fase final y terminaron en el último lugar del grupo A, en el que el clasificado fue Llaneros, subcampeón del Torneo Betplay a manos de Patriotas, que ya dio un paso grande hacia su regreso a primera división.
Quindío tendrá la oportunidad de sacudirse en el segundo semestre con las ilusiones renovadas, sin embargo, sus hinchas parecen obstinados a hacer sentir su inconformidad con los actuales jugadores de la plantilla.
Este sábado, salió a la luz un video grabado por un hincha en el que se ve al delantero Felipe Cifuentes enfrentándose a puños con otro aficionado en plena calle. Ante la mirada asombrada de los transeúntes, otro de los jugadores del Quindío, Yilton Díaz, discute con los furiosos hinchas mientras su compañero de equipo trata de calmarse al interior del vehículo.
“Estos colores se respetan”, dice la persona que graba, mientras Díaz lo amenaza con llamar a la policía para solucionar de raíz el inconveniente. Después de un cruce de palabras, los hinchas, de los que no se conoce la identidad, se suben en la moto y salen de la escena, mientras Cifuentes ya ha acomodado el automóvil a un lado de la vía para permitir el tránsito.
Debido a este tipo de acontecimientos, la prensa de Armenia asegura que varios negocios se le han caído a la dirigencia, sumado a la larga lista de jugadores que han decidido dar un paso al costado.
De momento, el arquero Pablo Mina, los defensas Jorge Posada, Wílmer Palacios y Édward Cuernú y el delantero Diego Echeverry han confirmado su salida del club para el segundo semestre asegurando que prefieren buscar equipo antes de poner en riesgo su integridad y el de sus familias.
Otro caso más
Esta no es la primera vez que este año sucede un caso de este tipo entre jugadores e hinchas del Quindío. Hace unas semanas, dos futbolistas del Deportes Quindío se convirtieron en víctimas de una intimidación y agresión brutal a manos de presuntos miembros de la temida barra brava del equipo.
La noche del martes 30 de mayo, Leandro Angulo y Yerson Carabalí vivieron momentos de terror después de disputar un arduo partido en el torneo de ascenso contra Fortaleza, en el que los cuyabros cayeron 2-0.
La Asociación de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro, entidad encargada de velar por los derechos de los jugadores, ha alzado su voz y denunciado enérgicamente estos hechos repudiables. Según la denuncia presentada por la asociación, los jugadores fueron atacados después de descender del autobús del club y mientras se dirigían a sus hogares. En un acto de cobardía, los fanáticos radicales de la barra brava rodearon a los futbolistas, quienes se encontraban indefensos frente a la agresión desmedida.
Según testimonios de Angulo y Carabalí, los agresores, que se movilizaban en ocho motocicletas, intentaron herirlos utilizando armas blancas. En su desesperada huida, Carabalí sufrió el impacto de una de las motos, lo que le causó una profunda herida en la rodilla. Por su parte, Angulo fue víctima de un violento asalto en el que le despojaron de su ropa, teléfono celular y otras pertenencias.