Lionel Messi aprovechó el último partido de la temporada en la que salió campeón del mundo para romper uno de los últimos récords que le quedaban en la bolsa.

Con un soberbio remate de zurda al ángulo sobre el minuto 1:19, el astro del Inter de Miami puso por delante a Argentina sobre Australia y cerró con broche de oro una campaña de altibajos a nivel de clubes, pero con solo alegrías vistiendo la albiceleste.

De esa manera, Messi pagó la boleta de los miles de aficionados que asistieron al Workers Stadium de Pekín, pintado casi totalmente de azul y blanco a pesar de estar a miles de kilómetros del territorio gaucho.

Tras el tanto de Lionel, fue Alexis Mac Allister el que estuvo a punto de marcar el segundo, pero su remate se fue desviado a un costado del arco defendido por Matt Ryan.

Dibu Martínez apareció más tarde para salvar a su selección en la única opción clara de los australianos, justo antes de que Messi tuviera un mano a mano para marcar el segundo de su cuenta. El 10 recibió al borde del área y definió de vaselina, pero se pasó de fuerza y el balón se perdió en el techo de la portería rival.

Lionel Messi se lamenta tras la ocasión perdida frente a Australia. | Foto: REUTERS

En el segundo tiempo, Argentina siguió buscando alargar el marcador y lo logró a los 68′ con un potente cabezazo de Germán Pezzela aprovechando la asistencia de Rodrigo de Paul desde el costado izquierdo.

Al verse 2-0 por encima, Lionel Scaloni empezó a mover sus fichas y envió al campo, entre otros, a Alejandro Garnacho, gran novedad de esta convocatoria.

Locura en China por Messi

La “Messi manía” se había apoderado de Pekín desde antes del partido amistoso. Todos los ojos están sobre Lionel Messi, considerado por muchos como el mejor futbolista de todos los tiempos y quien llevó a Argentina a la gloria mundialista en diciembre en Catar.

Cientos de aficionados chinos con banderas argentinas y camisetas del rosarino se han congregado en el exterior del lujoso hotel de la selección desde que su ídolo llegó al país el sábado.

La multitud se apostó en las calles aledañas, fuertemente vigiladas, con la esperanza de poder atisbar al futbolista de 35 años cada vez que el equipo se dirigía al entrenamiento. Aunque el astro guardó un perfil discreto, eso no restó entusiasmo a sus seguidores.

Los fans chinos se vistieron con los colores de Argentina para adornar los alrededores del estadio. | Foto: REUTERS

Un aficionado contó a la AFP su aventura nocturna dentro del hotel Four Seasons en un intento de encontrarse de cerca con Messi y sus compañeros. “Primero me escondí en el cuarto del conserje, luego subí a la planta del equipo a través de la escalera de incendios”, dijo este hombre apellidado Lin a la AFP.

La seguridad del hotel lo atrapó y lo interrogó antes de dejarlo marchar.

Otro fanático, Li Weihua, explicó que había tomado un avión desde su ciudad de Shenzhen, en el sur de China, solo para intentar ver a Messi en los alrededores del hotel.

Ni siquiera disponía de entrada para el partido en el estadio de los Trabajadores, cuyos 68.000 asientos se agotaron rápidamente. “Solo quiero sentir el ambiente”, dice el hombre de 29 años, que nunca antes había viajado a Pekín.

Messi y Dibu Martínez durante el himno de Argentina en China. | Foto: REUTERS

Huang Yongming, de 17 años, tuvo más suerte en conseguir una de las tan codiciadas entradas. “Me gasté alrededor de 3.000 yuanes (419 dólares) por la entrada”, dice este joven procedente de la ciudad de Changchun, en el noreste.

“Sé que es caro, pero pensé que si no aprovechaba la oportunidad, lo lamentaría”, explica.

A pesar del sol abrasador, numerosos aficionados ya esperaban por la mañana ante las puertas del estadio, aunque hasta las 8:00 p. m. locales era la hora cero para que rodara la pelota.

El partido, una reedición de los octavos de final de Qatar 2022, es el primero de Messi desde que anunció su fichaje por el Inter Miami después de dos años en el París Saint-Germain.

*Con información de la AFP.