Hay momentos en el fútbol que quedan marcados para siempre, mismos que pasan a formar parte de la historia de un club. Este lunes se vivió uno de esos días en los que todo se detiene en el ‘deporte rey’ para llenar de aplausos y elogios a un futbolista que dejó una huella imborrable en uno de los mejores equipos del mundo.
Después de 16 años, en las últimas horas se hizo oficial la salida de Marcelo del Real Madrid, evento que causó todo tipo de emociones al tratarse de uno de los futbolistas históricos del elenco español.
En la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en Valdebebas, se llevó a cabo un “acto institucional de homenaje y despedida” al lateral de 34 años. Como lo indicaba el comunicado del club, la primera intervención fue hecha por el presidente Florentino Pérez, para darle paso a la rueda de prensa de Marcelo.
Aunque el internacional brasileño se prometió no llorar, no pudo cumplirse así mismo porque la emotividad del momento le hizo detenerse en su discurso para secar las lágrimas de su rostro, mismo que en 25 ocasiones mostró una sonrisa por los títulos que consiguió.
Con la misma humildad que llegó en noviembre de 2006, Marcelo agradeció a las personas que muchas veces son invisibles: “Todos los que hacen, el trabajo sucio y cuando digo sucio ellos me entienden, porque sin ellos, utileros, médicos, fisioterapeutas, gente de seguridad, etc., nada sería lo mismo en la vida de un futbolista”.
Además, destacó lo que significa su nombre en la historia del Real Madrid, ya que se marcha como el futbolista más laureado en la historia de la institución merengue. “Cuando salí de Brasil tenía en mente jugar en Europa, jugar en la Champions y ahora cuando me voy del Real Madrid, me voy como el jugador con más títulos de la historia del mejor club del mundo y eso es algo histórico”.
Durante su estancia en Madrid, Marcelo estuvo presente en los títulos de seis ligas españolas, dos Copas del Rey y cinco Supercopas a nivel local, mientras que internacionalmente levantó cinco Champions League, tres Supercopas de Europa y cuatro Mundiales de Clubes.
En su intervención, el mundialista brasileño aprovechó para recordar a otro histórico del equipo blanco. A su arribo al Real Madrid, uno de los futbolistas que le tendió la mano fue Raúl González, quien cosechó 16 títulos cuando jugó para el club y fue además el máximo goleador con 323 antes de Cristiano Ronaldo (451).
“Voy a contar algo que nunca he contado. Pero yo quiero dar las gracias a Raúl, que está ahí sentado. Me ayudaste mucho cuando llegué y cuando nació mi hijo Enzo nunca olvidaré que me hiciste un regalo, con muchas cosas para el bebé, y me diste muchos consejos. Siempre fuiste muy cariñoso, tú y tu familia, y nunca lo olvidaré y siempre quise seguir tu ejemplo”, expresó.
Aunque hubo lágrimas de él y los asistentes, Marcelo dijo que “no es un día triste, es un día de alegría”. “Salgo con la cabeza muy alta y con el orgullo de mi familia. Mis padres, mis abuelos y puedo mirar al lado y pensar que soy afortunado”.