En Italia, el fútbol se ha caracterizado por ser uno de los principales deportes en el país y de los que más pasión genera tanto en sus divisiones mayores como en las inferiores, prueba de esto es el hecho ocurrido en la tercera división del fútbol italiano, donde el Brescia descendió y sus hinchas no tomaron el hecho de la mejor manera generando disturbios dentro y fuera del estadio de la ciudad que lleva el mismo nombre.
Este equipo de la región de Lombardia fue fundado en 1911 y desde entonces se ha caracterizado por ser el equipo con el récord de mayor cantidad de temporadas disputadas en la Serie B con un total de 61, de las cuales ha podido ser campeón en tres ocasiones.
Este histórico equipo estará en la serie C tras 38 años permaneciendo entre la primera y segunda categoría. Todo empezó en el partido ante el Cosenza y aunque, el equipo local se encontraba ganando gracias a un gol de Dimitri Bisoli al minuto 74, sobre el final del encuentro, más exactamente en el 90+5, los calabreses por medio de Anrea Meroni igualaron el marcador y con ese resultado sentenciaban el descenso de Brescia.
Los hinchas, en su mayoría ultras enfurecidos por el desafortunado resultado, iniciaron las protestas tirando bengalas a la cancha para posteriormente invadir el terreno de juego con el motivo de agredir a los jugadores de su equipo. Inmediatamente, los futbolistas y demás personas que hacían parte de ambos equipos tuvieron que salir corriendo hacia los camerinos para resguardarse de la furia de cientos de fanáticos.
Inmediatamente, la policía intervino ante la gravedad de los hechos intentando retomar el orden en el estadio Mario Rigamonti, sin embargo, la fuerza pública no fue suficiente ante la masiva de ultras que poco a poco invadían la cancha con el propósito de agredir a los jugadores de ambos equipos. En el hecho, un guardia de seguridad resultó herido, mientras que dos jugadores se pelearon con varios hinchas que pretendían agredirlos en medio de los desórdenes generados en la noche del 1 de junio.
Pero el caos no solamente estuvo presente en el terreno de juego, minutos más tarde, los disturbios se trasladaron a las inmediaciones del recinto deportivo, mientras los futbolistas, sus familias, trabajadores y algunos hinchas que no participaron en los disturbios permanecieron resguardados por varias horas dentro de las instalaciones.
Mientras los protestantes entonaban cánticos en contra de Massimo Cellino, actual dueño del club, en el parqueadero era incendiado el automóvil de Matthieu Huard, defensor del Brescia. Mientras que otros intentaban ingresar a los camerinos donde se encontraban los jugadores resguardados.
A las afueras del estadio, los enfrentamientos entre los ultras y la policía antimotines continuaron por varias horas generando caos en las calles de la ciudad.
Hasta la 1 de la madrugada pudieron ser evacuadas las personas que se mantenían resguardadas dentro de las instalaciones del estadio.
El conjunto afectado había jugado la máxima categoría del fútbol italiano en la temporada 2018-19 tras coronarse campeón de la Serie B, logrando llegar por decimosegunda ocasión a la Serie A donde su mejor presentación la ha tenido al ubicarse en la séptima posición. Sin embargo, para la temporada 2023-24 el conjunto estará jugando en la Serie C, categoría que no visitaba desde hace 38 años.
A pesar de que el club afectado no se ha manifestado públicamente, los hechos ya son materia de investigación, la cual buscará sancionar a las personas que hicieron parte de los disturbios que generaron daños tanto a las instalaciones del estadio como a las residencias y lugares alrededor del recinto deportivo.