Londres fue testigo de una final inolvidable en Wimbledon, con el número uno y dos del ranking ATP, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic, enfrentándose en una batalla que mantuvo a todos los espectadores al filo de sus asientos. En un emocionante enfrentamiento, el joven tenista español de tan solo 20 años se llevó la victoria, venciendo al histórico Nole con un marcador de 1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4, después de cuatro horas y 42 minutos de juego.
Carlos Alcaraz, el prodigio más joven en el mundo del tenis, ya había sido campeón en el Abierto de Estados Unidos del 2022, y ahora agregó otro logro impresionante a su carrera al levantar su segunda copa de Grand Slam en Wimbledon, en solo su tercera participación en este torneo y en una superficie que hasta hace poco le era desconocida: el césped.
Para Djokovic, esta fue su novena final en Wimbledon, y a pesar de ser un jugador formidable en esta cancha central, la derrota ante el español marcó su primera caída en este escenario desde que fue vencido en 2013 por Andy Murray. Sin embargo, el balcánico buscará venganza y nuevos triunfos en el próximo US Open, el próximo gran desafío en el calendario ATP.
Al terminar la final en Londres, Alcaraz se convirtió en el protagonista de la noche y el nuevo campeón del Grand Slam británico. Por otro lado, Novak Djokovic, visiblemente conmovido, no pudo evitar derramar lágrimas durante la ceremonia de premiación mientras recordaba a su familia y reflexionaba sobre el encuentro.
Durante su discurso frente a una multitud que llenó la cancha central, Djokovic felicitó a Alcaraz por su impecable desempeño y capacidad de adaptación a la superficie de césped. Reconoció la habilidad única del joven español, comparándolo con leyendas del tenis como Roger Federer y Rafael Nadal, pero destacando que Alcaraz posee una versatilidad que le permitirá tener una exitosa carrera en todas las superficies.
“Se ha hablado mucho en los últimos meses sobre que su juego tiene elementos de Roger, Rafa y míos. Estoy de acuerdo”, dijo Nole, halagando las capacidades del español.
“Vaya calidad al final del partido, cuando has tenido que cerrarlo. Has sacado tiros buenos en los grandes momentos y te lo mereces totalmente. Es increíble. Pensaba que tendría problemas contigo solo en tierra y en cemento, no en hierba, pero este año ha sido una historia completamente diferente. Enhorabuena, ha sido increíble cómo te has adaptado a la superficie en la que habías jugado solo un par de veces”, agregó Djokovic, quien venía de ganar los últimos cuatro torneos de Wimbledon.
Aunque Djokovic lamentó la derrota en un partido tan reñido, expresó gratitud por la experiencia y recordó otros encuentros igualmente difíciles en su carrera. También mencionó el apoyo de sus hijos presentes en las gradas, lo que lo emocionó profundamente.
La emoción embargó al serbio cuando le preguntaron sobre la presencia de sus hijos “sonrientes” en una de las gradas del court central de Wimbledon. Visiblemente conmovido, alcanzó a decir: “Es lindo ver a mis hijos sonrientes”, pero su voz se quebró y no pudo continuar hablando por unos instantes. Después de recuperar la voz entre sollozos, pronunció con el corazón en la mano: “Los amo, gracias por apoyarme, les daré un gran abrazo”.
La final entre el tenista balcánico y el murciano no solo determinaba al ganador del tercer Grand Slam del año, sino también al indiscutible líder del tenis mundial. Quien conquistara el césped del All England Club, se aseguraría el codiciado puesto número uno en el ranking mundial. Antes del partido solo había una diferencia de 80 puntos entre ambos jugadores y con la victoria Alcaraz estiró su ventaja a 800 puntos.