A pesar de las dudas entre los pilotos, las instancias rectoras de la Fórmula 1 confirmaron la disputa del Gran Premio de Arabia Saudita, un día después del ataque a una instalación petrolera en Yedá, cercana al circuito, por parte de los rebeldes yemeníes hutíes.
“Después de las conversaciones con todos los equipos y pilotos, el Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1 proseguirá como estaba previsto”, precisaron el promotor Fórmula 1 y la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en un comunicado.
Los pilotos, que no se pronunciaron públicamente al término de la reunión, mostraron este sábado por la mañana su “decisión de participar en los ensayos y en las clasificaciones de hoy y en la carrera de mañana”.
La pole fue para el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), victoria que se tardó algo más de lo esperado por una bandera roja en el segundo turno de la qualy, a raíz del accidente sufrido por Mick Schumacher, piloto de Haas, e hijo del siete veces campeón del mundo Michael Schumacher.
Schumacher, de 23 años, perdió el control de su monoplaza Haas en una serie de curvas rápidas y golpeó contra uno de los muros a alta velocidad, provocando daños importantes en su vehículo. La sesión fue interrumpida por una bandera roja mientras los oficiales retiraban los restos del vehículo que difícilmente puede salir a la carrera de este domingo.
Una ambulancia se dirigió de manera inmediata al lugar del accidente y llevó a Mick Schumacher al centro médico del circuito. “El primer diagnóstico no reveló lesiones”, indicó la Federación Internacional del Automóvil (FIA), precisando que el piloto fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano al circuito.
Poco antes, Haas había tranquilizado al hablar en Twitter de que su piloto estaba consciente y sería trasladado para una revisión médica. El accidente tuvo lugar en la Q2, minutos después de que Schumacher se metiera en los primeros diez lugares. Al no poder defender esa posición, el alemán quedó en la casilla 14 a espera de una decisión de Haas sobre la participación del monoplaza en la carrera.
“La evaluación en el centro médico no reveló lesiones y fue trasladado al Hospital de las Fuerzas Armadas Rey Fahad, Jeddah, para controles preventivos”, indicó la FIA, aunque su presencia en la grilla de partida está casi descartada.
Pesadilla para Hamilton
Otro de los equipos que tuvo problemas este sábado fue Mercedes. El siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton, fue eliminado el sábado en la primera ronda (Q1) de la clasificación del Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1 en el circuito de Yedá, mientras que su compañero en Mercedes, George Russell, logró la cuarta posición en esa manga.
Hamilton no pasó del 16.º mejor tiempo, en una ronda en la que solo los 15 mejores se clasifican a Q2. Es la primera vez desde el GP de Brasil en 2017 en la que el piloto británico cae en la primera ronda de una sesión de clasificación. “No tenía eje trasero por la razón que sea, y en consecuencia sufría mucho para pasar las curvas”, explicó el británico de 37 años a los micrófonos de Canal Plus.
Al ser preguntado por su estado de ánimo después del ataque a las instalaciones petrolíferas cercanas al circuito de Yedá el viernes, el heptacampeón del mundo dijo que tenía “ganas de volver a casa”, sin añadir nada más.
Superadas las preocupaciones de los pilotos, las instituciones que dirigen la Fórmula 1 reconfirmaron el sábado que el segundo Gran Premio de la temporada se mantenía, el día después del ataque por los rebeldes yemeníes hutíes. El ataque de Yedá forma parte de una oleada reivindicada por los hutíes el viernes, la víspera del séptimo aniversario de la intervención de la coalición militar dirigida por Riad en Yemen, para apoyar al Gobierno contra los rebeldes cercanos a Irán.
*Con información de la AFP.