La catedral del tenis ya tiene a sus cuatro últimos aspirantes a levantar el título este domingo en la cancha central de Wimbledon. Por un lado, se encuentra el gran favorito de las apuestas, el serbio Novak Djokovic, que sufrió más de lo esperado frente al italiano Jannik Sinner; sin embargo, sacó toda su casta para imponerse en cinco sets e inscribir su nombre en la semifinal del grand slam que más lo motiva.
El serbio enfrentará al único tenista inglés sobreviviente, el preclasificado número 9 Cameron Norrie, en un partido en el que nuevamente tendrá al público en contra, como le ha pasado desde hace varios meses al tomar la polémica decisión de no vacunarse contra la covid-19. Si gana este partido, Nole clasificará a su primera gran final este año, factor que le impidió seguir como número 1 del mundo.
Por la parte inferior del cuadro también se sigue cumpliendo la lógica. Rafael Nadal, afectado por su enfermedad del pie izquierdo y ahora un problema en el abdomen, avanzó una ronda más al eliminar al estadounidense Taylor Fritz con parciales de 3-6, 7-5, 6-3, 7-5 y 7-6.
A pesar de que el español estuvo a punto de retirarse por ese fuerte dolor abdominal, decidió seguir luchando y pudo remontar un marcador que parecía encaminado a dejarlo fuera del tercer grand slam del año. Parado en la resistencia y ambición que lo caracteriza, el manacorí se sobrepuso hasta al pesimismo de su padre, Sebastián Nadal, que le llegó a pedir que abandonara el torneo, poniendo por encima su salud bastante golpeada en los últimos años.
Sobre la mitad del segundo set, Rafa llegó al pico más alto del dolor, razón por la que decidió pedir asistencia médica hasta su silla. Tras unos minutos de descanso, el español habló con el doctor y decidió pedirle una última oportunidad de probar si podía continuar, en contra del deseo de su familia que le imploraba dejar de jugar desde el palco.
Fiel a sus principios, Nadal continuó, demostrando que la garra con la que escribió historia durante su carrera sigue intacta. Ese dolor en la zona baja del abdomen le dio más motivos para remontar el partido y llevar todo a un quinto set en el que lució más entero que Fritz, más allá de la diferencia de edad y los problemas físicos con los que batalla el de Manacor (España) en la actualidad.
Una vez se confirmó su puesto en las ‘semis’, el zurdo reconoció que no estaba en condiciones para seguir jugando a tan alto nivel. “Tuve que encontrar una manera de sacar diferente. Estuve pensado en muchos momentos que no podría terminar. Pero esta pista te da una energía... Es algo diferente”, declaró a los medios oficiales de Wimbledon.
“Ha sido una tarde complicada. Taylor es un gran rival. Sinceramente, disfruto mucho jugando estos partidos enfrente de un público como este. No puedo agradecerlo suficiente”, recalcó, provocando la ovación de los presentes en la cancha central del complejo londinense.
Lo positivo para Nadal es que tendrá un día entero de descanso para recargar baterías y ver cómo puede solucionar los problemas musculares que lo ponen en desventaja contra su próximo rival, el australiano Nick Kyrgios, que es famoso por proponer juegos intensos con la rebeldía y el talante que lo caracterizan.
“Espero estar listo para jugar, eso es en lo primero que pienso”, dijo el español antes de retirarse de la cancha central. El partido ante Kyrgios está programado para este viernes 8 de julio después de las 7:30 de la mañana (hora de Colombia) en el mismo césped de Wimbledon donde se han encontrado en dos ocasiones con una victoria para cada uno.