Con sus paradas, especialmente en la tanda de penaltis ante España, el portero del Sevilla FC fue clave para que los Leones del Atlas se clasificaran por primera vez a los cuartos de final de un Mundial.

No conforme con eso, se lució para llevar a su equipo a la semifinal e instalarse como uno de los cuatro mejores equipos del mundo.

Marruecos además está invicta en el Mundial. Empató con Croacia, ganó 2 a 0 a Bélgica, venció 2 a 1 a Canadá, dejó en el camino a España desde el punto penal y, como si fuera poco, eliminó a la Portugal de Cristiano Ronaldo.

Yassine Bounou, mejor conocido como Bono, solo ha recibido un gol en todo el campeonato. Antes de la Copa del Mundo, en la gala del Balón de Oro recibió el Trofeo Yashin 2022.

“Estamos aquí para cambiar la mentalidad y deshacernos de la inferioridad. Marruecos está dispuesto a enfrentarse a cualquiera en el mundo, más allá de las semifinales y cualquier otra cosa”, dijo el guardameta.

Sin embargo, no ha sido fácil su camino. Prácticamente vivió a la sombra de Thibaut Courtois, a quién eliminó junto a la Selección de Bélgica. Mientras Courtois era portero del Atlético de Madrid, Bono era portero del Atlético de Madrid B. Ahora, años más tarde, los dos guardametas son dos de las estrellas de LaLiga Santander defendiendo los colores del Real Madrid y del Sevilla FC, respectivamente.

Yassine Bounou es el portero que menor promedio de goles encajó la pasada temporada en LaLiga Santander: 24 goles recibidos en 31 partidos disputados, 0,77 tantos por partido. Lo que le valió a Bono para convertirse en el primer marroquí en alzarse con el Trofeo Zamora, y también en el primer portero del Sevilla FC en hacerlo. Presentó mejores estadísticas que el propio Courtois incluso, que fue campeón de LaLiga Santander y de la Champions League, además de ser galardonado posteriormente con el Trofeo Yashin como mejor portero del mundo la pasada campaña.

Bono jugó en la cantera del Atlético de Madrid, desde la que salió destino a Zaragoza para jugar dos temporadas en La Romareda. En la temporada 2016/17, el marroquí se marchó al Girona FC, equipo con el que consiguió el ascenso a LaLiga Santander y con el que debutó una temporada más tarde en la máxima categoría del fútbol español. Sus buenas actuaciones en el Girona FC le valieron el fichaje por el Sevilla FC en 2019, donde se ha consolidado como uno de los mejores porteros de Europa.

Es hijo de migrantes marroquíes, que llegaron a Canadá, nació en Montreal y regresó a la tierra de sus padres cuando tenía siete años. Ama el fútbol argentino, es hincha del River, según contó, porque la primera camiseta que le regaló su papá fue la de la albiceleste.

De hecho, ha confesado que su ídolo es Ariel ‘el Burrito’ Ortega. Bono también admitió que su perro se llama Ariel, en honor al exjugador del River.

Está jugando su segundo Mundial. En Rusia 2018 fue suplente de Marruecos ante la titularidad de Munir Mohamedi. La selección que decidió representar, pese a poder hacerlo por otras naciones, fue eliminada en Fase de Grupos.

Tiene revancha en Catar, es el arquero de los semifinalistas con menor cantidad de goles recibidos. Su reto es lucirse ante Francia con el poder ofensivo comandado por Kylian Mbappé.