Esta semana se cumplirán seis meses de la detención de Dani Alves en Barcelona por una grave denuncia de abuso sexual que recae en su contra. El futbolista brasileño, señalado de haberse sobrepasado con una mujer el pasado 31 de diciembre del 2022 en una exclusiva discoteca de la capital catalana, insiste en que es inocente y que la relación con la demandante siempre fue consensuada.
El diario español La Vanguardia reveló este miércoles una entrevista que concedió el jugador desde su celda, en la que cuenta su versión de los hechos y se muestra sorprendido por lo que ha contado la mujer que presuntamente abusó.
“No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono”, dijo Alves en una entrevista que no se registró en cámara, pero quedó plasmada por el puño y letra de la periodista que tuvo la oportunidad de hablar cara a cara con el jugador.
Alves aseguró que decidió dar la entrevista para que la gente “sepa lo que pienso” y se escuche su relato de lo que sucedió aquella noche en la discoteca Sutton. “Nunca he hecho daño voluntariamente a nadie. Y a ella, aquella noche, tampoco”, afirmó.
“Todo lo que pasó y no pasó allí dentro, solo lo sabemos ella y yo. Tengo la conciencia muy tranquila de lo que ocurrió aquella madrugada en el baño del reservado de la discoteca Sutton. Lo que ocurrió y lo que no ocurrió. Y lo que no ocurrió es que yo obligara a esa mujer a hacer nada de lo que hicimos”, dijo el futbolista antes de iniciar con su narración paso a paso de aquella noche del 30 al 31 de diciembre del año pasado.
El relato de Dani Alves
Alves inicia aclarando en su versión que era un recurrente visitante del Sutton cada que estaba en Barcelona. “Nosotros llegamos al Sutton, a la mesa que nos asignaban con frecuencia y, como siempre, se acercó el responsable del VIP para preguntarnos si queríamos conocer a alguna chica. Eso pasaba siempre que no iba con mi mujer”, dijo.
“Le dije que sí y primero se acercaron dos chicas. Pero nos incomodó que quisieran hacer fotos. Les pedimos que se fueran. En ese momento pasaron las tres jóvenes frente a nuestra mesa y nos miraron. Nosotros también a ellas”, agrega el brasileño, coincidiendo en que la denunciante estaba acompañada por dos mujeres más.
Luego de eso, “le pedimos al camarero que les preguntaran si querían acercarse. Y vinieron. Nosotros teníamos champagne y les ofrecimos pedir cualquier cosa que les apeteciera. La señorita con la que tuve el problema empezó a bailar muy pegado a mi”.
Dani Alves asegura que en ningún momento utilizó la fuerza para llevarla hacia el baño del lugar. “Yo le propuse ir al baño. Llevábamos un rato bailando muy pegados. No nos besamos, ni nada. Pero era evidente por los movimientos y las miradas que había una atracción. Ella en ningún momento me dijo que me detuviera. Ni hizo ningún gesto de quererse ir”, apuntó.
“La puerta estuvo abierta en todo momento, podría haberse ido porque yo permanecí sentado prácticamente todo el rato sobre la tapa del inodoro (…) y el rasguño es por permanecer de rodillas mientras me realizaba una felación. No hay ni una sola marca en su cuerpo que explique esa violencia con la que ella dice que la moví en baño”, completó.
Alves insiste en que nunca ha obligado a ninguna mujer a estar con él. “Se me ocurre que hay alguien que le aconsejó mal...”, dijo sobre la denunciante. “Que se sintió mal después de hacerlo, que dio un paso adelante y que no ha sabido salir del lío en el que se ha metido y en el que me ha metido”, completó.
El jugador no le pidió perdón a la mujer y solo se sintió arrepentido por faltarle a su esposa, la modelo Joana Sanz. “A la única persona a la que tengo que pedir perdón es a mi mujer”, finalizó.