La sombra del dopaje cae sobre los cimientos del Jumbo-Visma, luego de confirmarse el resultado positivo del corredor alemán Michel Hessman, promovido al primer equipo en el año 2022.
De acuerdo con lo que informó el conjunto neerlandés en sus redes sociales, a Hessmann le detectaron la presencia de “un medicamento diurético” durante un control “fuera de competencia” el pasado 14 de junio.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) investigará más a fondo el caso y pedirá al ciclista que presente las pruebas pertinentes para demostrar su inocencia, sin embargo, en caso de no hacerlo, podría sufrir una suspensión de hasta cuatro años sin poder disputar competencias oficiales.
La única posibilidad que le queda a Hessmann sobre la mesa es demostrar que algún alimento o suplemento consumido durante su dieta diaria estaba contaminado con la sustancia prohibida. De todas formas, aunque demuestre que consumió el diurético sin saberlo, la sanción quedará en firme y traerá consecuencias respecto a su contrato.
El Jumbo finalizó su comunicado diciendo que están “a la espera de los resultados de una mayor investigación”, pero, por lo pronto, “Michel ha sido suspendido por el equipo hasta nuevo aviso”.
Hasta este punto de la temporada, Hessmann había acumulado una buena cantidad de carreras importantes, entre ellas el UAE Tour, la Vuelta a Cataluña y el Giro de Italia, en el que había terminado ubicado en la posición 33° a 1:26:24 de su compañero de filas y campeón Primoz Roglic.
La última carrera oficial que disputó en 2023 fue hace menos de dos semanas, el pasado 6 de agosto, durante la prueba de ruta de los Mundiales de Ciclismo disputados en Glasgow, Escocia.
Hessmann hizo parte de la selección de Alemania y, aunque no terminó la carrera, sí mostraba buenas maneras para seguir creciendo a futuro en el que para muchos es el mejor equipo del planeta actualmente.
Ahora mismo no se tiene certeza del medicamento específico que pudo consumir el joven corredor alemán, sin embargo, los diuréticos son sustancias que están prohibidas durante y fuera de competencia al considerarse que pueden ‘enmascarar’ el uso de otros tipos de dopaje.
Los diuréticos en su sentido más general aumentan el flujo urinario en las personas y, por ende, permiten disminuir la concentración de las sustancias dopantes en la orina, principal fuente de los exámenes médicos que se realizan en el ciclismo.
La suspensión de Hessmann llega en un momento complicado para el Jumbo-Visma, que se encuentra en plena búsqueda de patrocinador para la temporada que viene.
La cadena de supermercados europeos ha tomado la decisión de terminar su vínculo con la escuadra neerlandesa, lo que provocará un cambio de nombre significativo como le sucedió hace unos años al Ineos Grenadiers, antes llamado Team Sky.
Para un equipo que suele ser protagonista en las grandes vueltas no debería ser difícil conseguir patrocinador e incluso ya existen algunos candidatos fuertes sobre la mesa, sin embargo, la sombra del dopaje en el ciclismo pesa tanto que es necesario tomar medidas contundentes para desligarse de cualquier presunta culpabilidad.
Esa es justamente la misma razón por la que los colombianos Miguel Ángel López y Nairo Quintana fueron destituidos de sus equipos una vez se conoció que tenían supuestas relaciones con sustancias prohibidas.
A Supermán López, por ejemplo, le suspendieron el contrato apenas unas horas después de haberse conocido la investigación en su contra por el caso del doctor Marcos Maynar. El pedalista boyacense intentó demostrar que solo lo conocía por medio de un masajista, pero el Astana no quiso entrar en detalles y cortó de raíz cualquier vínculo con el deportista.
Por la misma senda está el caso de Nairo Quintana, a quien le cobran con dureza el resultado positivo a tramadol que recibió en el Tour de Francia 2022 y que provocó su descalificación después de haber terminado en el sexto lugar de la clasificación general.