La edición de 2024 del Tour de Francia no terminará en París como históricamente lo hizo. El recorrido revelado esta semana por los organizadores tendrá como novedades un final inédito, con una contrarreloj en Niza y un doble paso por los Alpes, además que otra vez arrancará en tierras foráneas, precisamente en Italia.
Obligada por la celebración de los Juegos Olímpicos en París, del 26 de julio al 11 de agosto de 2024, la grande bouclé presentó un recorrido novedoso para su edición número 111, que partirá de Florencia el 29 de junio y finalizará en Niza el 21 de julio, siendo la primera vez en la historia que la carrera no acabará con paseo por los Campos Elíseos.
También por los Juegos y por la necesidad de no sobrecargar de trabajo a las fuerzas de seguridad, movilizadas en masa para la cita olímpica, el Tour comenzará una semana antes de lo habitual y pasará dos veces por los Alpes, cruzando el Galibier el cuarto día, antes de finalizar en una crono individual.
La carrera más importante de la temporada tendrá tres etapas al inicio en Italia y luego regresará a Francia cruzando los Alpes una primera vez por la interminable subida hacia Sestrières (¡40 km!), con los puertos de Montgenèvre, Lautaret y el Galibier para llegar a Valloire.
El Tour presenta un diseño menos montañoso que el de 2023 (un total de 27 puertos, tres menos que en la última edición y menor nivel desnivel positivo), pero que subirá muy alto.
Con una altura de 2.642 m, el Galibier es a menudo el techo del Tour, pero será superado esta vez por la cima de la Bonnette, que se encuentra a 2.802 m, la carretera asfaltada más alta de Francia, que el pelotón recorrerá durante la etapa 19 hacia Isola 2000, que pasa también por el Col de Vars (2.019 m).
Contando también con el mítico Tourmalet (2.115 m) en los Pirineos, los corredores superarán la barrera de los 2.000 metros de altitud al menos durante 25 km del recorrido, una altura que no le sienta nada bien, por ejemplo, a Tadej Pogacar (UAE Team Emirates).
Habrá evidentemente varias etapas para los velocistas, incluida la que llega a los pies de la Croix de Lorraine, en Colombey les Deux Églises, el pueblo del general De Gaulle.
Para romper con la rutina de las etapas llanas, también habrá un circuito por Troyes a través de los bonitos caminos de tierra, 14 tramos con un total de 32 km.
Evenepoel estalla contra la organización
Ese paso por la tierra, que podría convertirse en barro si las condiciones climáticas lo desean, ha provocado la reacción de Remco Evenepoel (Quickstep), otro de los aspirantes al título del Tour.
“Ya se están organizando eventos y campeonatos separados en tierra batida. ¿Deberían incluirse estas franjas de grava en una gran vuelta o en otras carreras normales? No creo que sea realmente necesario”, lanzó al respecto.
El que sí quedó contento con el recorrido es Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), actual bicampeón del Tour y favorito a llevarse otro más si demuestra las mismas fuerzas que en las últimas dos ediciones, con la diferencia que esta vez tendrá, además de Pogacar, como rivales a Evenepoel y a su excompañero Primoz Roglic.
“Es un recorrido bonito, muy duro. Eso me viene bien. Hay muchos kilómetros en alto, en los que normalmente me siento muy cómodo. Estoy muy contento con lo que he visto. Estoy deseando que llegue este Tour”, declaró el danés. “No conozco la Bonnette y nunca he rodado a esa altitud, pero estoy impaciente por verla”, agregó Vingegaard.
Es un recorrido tan exigente que puede atemorizar a los velocistas. “Para ser sincero, es un recorrido tan duro que estoy un poco en shock”, dijo el británico Mark Cavendish, quien finalmente ha decidido prolongar su carrera otro año para tener la oportunidad de batir el récord de 34 victorias de etapa en el Tour de Francia, que actualmente comparte con Eddy Merckx.
Con información de la AFP.