Nairo Quintana ya transita lo que sería su segundo año de inactividad en caso de no conseguir equipo para 2024. El ciclista colombiano ha estado entrenando por su cuenta y hablando con dirigentes importantes en el World Tour, pero su caso parece no tener una salida fácil, a pesar de ser uno de los corredores más laureados de la historia.
La descalificación del Tour de Francia 2022 por el presunto uso de tramadol ha sobrepasado todos los límites que incluso los más pesimistas le ponían a la carrera de Nairo.
Aunque la Unión Ciclista Internacional (UCI) no le impuso ninguna sanción más allá de perder su sexto lugar en la general, parece que los equipos europeos tuvieran prácticamente prohibido contratarlo.
Nairo ha tocado la puerta de distintas escuadras en la primera y segunda categoría, pero siempre recibe un ‘no’ como respuesta, que ya lo ha puesto a pensar en lo que pasará si no vuelve ser contratado en los próximos meses.
Muchos periodistas y exciclistas han manifestado su preocupación por un posible ‘veto’ en contra del ciclista colombiano, versión que ha ido sumando adeptos con el paso de los meses.
Esta vez fue el turno de Marino Lejarreta, leyenda del ciclismo español y campeón de La Vuelta 1982, quién levantó la voz a favor de Nairo comparando su caso con el del director deportivo Manolo Saiz, quien no ha vuelto a dirigir oficialmente desde que saliera supuestamente salpicado en una red de dopaje que salió a la luz en 2006, en el marco de la ‘Operación Puerto’.
Lejarreta asegura que la UCI y Amaury Sport Organisation (ASO), firma organizadora del Tour, se unieron para sacar del camino a Saiz cuando vieron la oportunidad. “El Tour tendrá la permisividad que tiene porque es el amo de casi todo. Manolo quiso hacer una cosa diferente, quitarle gran poder al Tour y estaban rabiosos con él. Cuando salió la Operación Puerto les vino muy bien. Ya habían quitado el cáncer que tenían, porque el Tour estaba perdiendo poder”, dijo en Jotdown.
Saiz fue durante mucho tiempo presidente de la Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales (AIGCP), entidad desde la que intentó darle más poder a los equipos sobre su deporte y ayudó a impulsar la creación del UCI ProTour con la división de categorías y definición del circuito de carreras que todavía hacen parte del calendario ciclista.
“Hasta entonces, imponían los coches, imponían los bidones… hacían lo que querían. No podías llevar el coche que quisieras, ni bidones de tu propio equipo. Eran todos de Coca-Cola. Ellos se encargaban de todo y venía muy bien, pero a nivel publicitario perdías muchas posibilidades. Con el Pro Tour los equipos se unieron y cortaron algunos privilegios que tenía el Tour”, menciona Lejarreta.
“Manolo Saiz era un grano en el culo para muchos y no sabían cómo quitárselo de encima. No digo que aquello no fuera como fue, es complicado hablar de ese tema, pero si hubiese sido otro, igual no hubiera sido lo mismo. Al estar Manolo involucrado, pensaron que era lo mejor que les podía haber pasado”, agregó el exciclista de 66 años.
Lejarreta compara lo que le sucedió a Saiz con lo que le sucedió a Nairo tras el Tour de Francia 2022. “Sancionado no está. Él puede ejercer cualquier función, pero, si lo intenta, seguro que le cortan de alguna manera. Si mañana tuviera un sponsor como el Ineos, por ejemplo, seguro que no le dejarían salir. Es como el caso de Nairo Quintana. Yo no sé lo que ha pasado, algo habrá, pero lo que se ve desde fuera es que hay un boicot absoluto, que nadie le quiere”, sentenció.
Su opinión se centra en que la UCI ha querido darle más poder a los inversores más poderosos económicamente. “Si aparece una carrera en los Emiratos con mucho dinero, hacen grande esa carrera. Pero el alma es importante en todo. Es lo que da continuidad, lo que da vida a cualquier persona, a cualquier entidad y eso no se paga con dinero”, sentenció.