Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) cerró la primera semana del Tour de Francia 2023 con un nuevo golpe sobre Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), su máximo rival por el título y actual líder de la clasificación general.

Pogacar atacó en los últimos 2 kilómetros del ascenso al Puy de Dome y sacó una ventaja de 8 segundos, que, ante una batalla tan cerrada, terminan significando oro puro.

De esa manera, acortó la diferencia en la general y pudo disfrutar del día de descanso con una sonrisa en el rostro. Este lunes, las cámaras de los fanáticos lo captaron en una situación bastante inusual, comprando una barra gigante de pan en las calles de Saint-Ours-les-Roches, población donde estará ubicada la salida de la etapa 10.

‘Pogi’ se robó la atención de los habitantes de esa zona y sacó más de una sonrisa cuando lo vieron pedaleando con una baguette en el bolsillo trasero del maillot blanco que lo identifica como líder de los jóvenes.

El esloveno se tomó muy enserio el día de descanso y se atrevió a ‘violar’ la estricta dieta a la que están acostumbrados los ciclistas en este tipo de competencias.

Pero en el UAE no le pusieron problema e incluso sacaron pecho del gracioso momento en el que Pogacar compartió junto a sus amigos un ‘pecadito’ válido para liberar la tensión que representó esta intensa primera semana de competencias en la grande bouclé.

Tadej Pogacar disfrutando del día de descanso en el Tour de Francia 2023 | Foto: Twitter @UAETeamEmirates

Pogacar vs. Vingegaard, lucha de personalidades

Antagonistas hasta en sus caracteres: no es fácil encontrar dos personalidades más diferentes que las de Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, cuya oposición de estilos trasciende del Tour de Francia.

Sábado 9 de julio en Libourne: sonrisa de estrella de cine en los labios, Pogacar se dirige al podio de presentación pedaleando... mientras bota un balón de básquet. Todo ello entre el clamor de un público entregado. Pasa entonces a su lado Vingegaard, apenas reconocible detrás de sus grandes gafas de sol y de su mascarilla FFP2.

Tadej Pogacar volvió a dejar en el camino a Vingegaard en el Puy de Dome | Foto: AFP

La tónica se repite todos los días. Mientras ‘Pogi’ realiza su show, el discreto danés pasa desapercibido.

“Son dos personalidades totalmente diferentes, antagonistas. Pero eso tiene a todo el mundo en vilo, porque hay muchas ganas de ver el próximo episodio”, explica el escalador francés Romain Bardet, con admiración por ambos: “Dos campeones excepcionales, los más fuertes que he conocido desde que soy corredor”.

La oposición de estilos entre el fuego incontrolado del esloveno y el antiguo empleado en un mercado de pescados pone mayor interés en el duelo deportivo por vestir el maillot amarillo en París.

Pogacar llega en una curva ascendente a la segunda semana | Foto: AFP

Sobre el asfalto, los dos campeones, de un nivel muy parejo, presentan características similares. Excelentes escaladores, muy buenos rodadores, son dos pesos ligeros sobre unas piernas poderosas.

Es su forma de correr lo que les diferencia, y no deja de ser un reflejo de su personalidad. “Pogacar es mucho más espontáneo. Cuando siente que puede hacer daño a los otros, ataca. Funciona más por instinto, mientras que los ataques de Vingegaard están previstos desde dos meses atrás. Él sabe ya dónde va a atacar hasta París”, subraya el luxemburgués Andy Schleck, ganador del Tour en 2010.

Mientras que Vingegaard corre al milímetro, Pogacar se muestra más anárquico en su pedaleo, del mismo modo también que en otras facetas de su vida. “Él viene aquí para divertirse. Ríe (...) Hace un poco un show”, apunta Schleck. “Vingegaard está protegido por los cuatro costados. Se queda en su burbuja amarilla del Jumbo-Visma. Estoy seguro de que lo pesan por la mañana y otra vez por la noche. No bebe un vaso de agua más de lo que debe beber”.

En sus equipos respectivos, Pogacar es el jefe incontestable de la UAE, mientras que Vingegaard reparte responsabilidades en el Jumbo-Visma con Wout Van Aert, un corredor al que le gusta ser protagonista y que suele reclamar atención para sí, llevándose todos los focos a los que el danés huye con una personalidad mucho más fría.

Entre uno y otro, el público parece decantarse más por el esloveno. Pero sobre la bicicleta los dos firman tablas por el momento en este Tour de Francia y nadie se aventura a predecir quién será el más fuerte en París en dos semanas.

Con información de la AFP.