El mundo del ciclismo se encuentra en pleno remezón luego de enterarse del posible acuerdo para fusionar al Soudal-Quickstep, en el que corre Remco Evenepoel, con el Jumbo-Visma de Jonas Vingegaard, Primoz Roglic, Sepp Kuss y compañía.
Aprovechando que el equipo aurinegro está en búsqueda de un patrocinador que reemplace a Jumbo, medios europeos aseguran que ambas dirigencias estuvieron en contacto para estudiar la viabilidad de una unión.
Pese a que, en principio, suena una idea muy descabellada, ya ha sucedido antes con otros conjuntos que decidieron unir fuerzas para competir bajo un solo nombre que en este caso sería Soudal-Visma.
Las reacciones han sido variadas entre los expertos del deporte pedal, que anticipan que un movimiento de tal envergardura significaría un dominio económico y deportivo prácticamente imposible de contrarrestar para UAE Team Emirates, Alpecin o Ineos Grenadiers.
La noticia no solo ha tomado por sorpresa a los otros equipos, sino también a los miembros de las nóminas actuales, que, en ese orden de ideas, verían perjudicada su posible continuidad.
Al fusionar las plantillas quedarían muchos ciclistas sin espacio, lo que provocaría que la nueva organización tendría que vender derechos sobre los deportistas o invertir una millonada para indemnizar los contratos que sean rotos.
El revuelo ha llegado hasta las oficinas del Quickstep, donde tuvieron que emitir un comunicado oficial a sus empleados para aclarar lo que está sucediendo. “Les escribo en relación con los informes que puede haber visto recientemente en los medios. Me doy cuenta de que esto ha causado cierta incertidumbre, por lo que pido disculpas”, escribió Patrick Lefevere, director general del Quickstep, en un correo interno revelado por Global Cycling Network.
“Ha habido conversaciones continuas con varias partes durante los últimos meses, ya que estaba abierto a conversaciones con cualquiera que sintiera que podía invertir en nuestro equipo y ayudarnos a mejorar. Eso nunca ha sido un secreto”, continúa la misiva.
Lefevere salió del paso y negó que hayan firmado un acuerdo con el Jumbo. “Al contrario de lo que se informa, por el momento no hay proyectos ni planes concretos. Si esto cambia, se les informará”, escribió.
“Mientras tanto, les pido a todos que sigan demostrando el espíritu de equipo y la unión que caracteriza a nuestro equipo. Estamos al final de una temporada larga, pero todavía tenemos varios objetivos para que sea otro año inolvidable para el equipo”, finaliza el comunicado.
¿Fusión o adquisición?
Las palabras de Lefevere niegan, pero no descartan un posible acuerdo con el Jumbo, lo que da pie a que siga el debate sobre lo que debería hacer la Unión Ciclista Internacional (UCI) para frenar lo que incluso califican como monopolio de la máxima categoría.
Brian Cookson, expresidente de la UCI, habló claro aseguró que no sería como tal una fusión, sino una adquisición de una escuadra a la otra, sin importar el orden. “No sería una fusión, sería un equipo superando a otro, de una forma u otra. Habría un agente pagador y un propietario de equipo se haría cargo de otro. Esa sería la forma más sencilla. De lo contrario, sería un equipo nuevo y tendrían que pasar por el proceso de volver a registrar todo por completo”, explicó a GCN.
Cookson criticó que la decisión se esté tomando sin consultar con ciclistas, mecánicos y staff de cada equipo: “No veo qué hay para ellos desde el punto de vista deportivo, solo desde el punto de vista financiero. Eso es decepcionante, porque pone a todas esas otras personasen una posición muy difícil
Lo preocupante es que esta fórmula se suele usar para evitar la desaparición de alguna escuadra y no para hacerla más fuerte. “Parece más una ambición formar un súper equipo mejor a cualquiera que hayamos visto antes”, sentenció Cookson.