En este especial encontrará toda la guía sobre Qatar 2022. También hay una serie de artículos, exclusivos para SEMANA, firmados por algunas de las mejores plumas del fútbol mundial como Santiago Segurola, Alejandro Duchini, Ariel Scher y Juanma Trueba.

Entre los invitados especiales aparecen los periodistas y escritores Jonathan Wilson (The Observer), Simon Kuper (Financial Times) y Toni Padilla (Panenka), que si bien escriben de fútbol, mucho y con calidad, centran su mirada en la trastienda, en los efectos políticos, sociales y económicos de este deporte.

Las mujeres son protagonistas, no solo como tema sino como autoras de diferentes textos, entre ellas, Catalina Gómez Ángel (especializada en Oriente Medio), Carolina Jaramillo Seligmann (autora del libro Balón de cristal. Una historia del fútbol femenino en Colombia) y Pilar Velásquez (editora deportiva de esta casa).

La mayoría abordó lo que el fútbol como espectáculo olvida, el drama social, la exclusión, la política que utiliza al deporte como tapadera. El propósito de esta edición, a raíz de todas las polémicas que suscita Qatar, es justamente hacer historia y memoria de aquello que la pasión aminora.

Si bien no todo es fiesta, el deporte no tiene la culpa, “la pelota no se mancha”, dijo alguna vez Maradona. Fútbol es fútbol.

No es un Mundial cualquiera

Por José Ángel Báez A.*

Cuando un jugador descomunal cuelga los guayos, en términos deportivos, removemos la memoria para localizar cuándo y contra quién lo vimos por primera vez. Ocurre con Messi (35 años) y Cristiano Ronaldo (37 años) que tal vez en Qatar 2022 registren su partida de la Copa del Mundo. Afortunadamente, aún no del fútbol profesional y es mejor no despedirlos: pesan tanto en fútbol y en dinero que capaz los embalsaman. No son solo dos de los mejores de la historia, también representan la esencia misma del marketing deportivo.

Ambos ganan más, o igual, como marcas que como alquimistas del siglo XXI.

Un dato: Zlatan Ibrahimovic tiene 41 años y de no haber sido eliminada Suecia, ahora estaría tomando un avión rumbo al Golfo Pérsico para jugar. 41 años.

Alemania 2006. Cristiano, el 17 de junio, tomó impulso, no sin gesticular antes, y descolocó de penal a Mirzapour, buen portero de Irán con facha de rockero. Ganó Portugal 2-0 y sería el preámbulo del delantero en los mundiales. Mismo evento, un día antes, Messi sellaba con su derecha el 6-0 de Argentina contra Serbia y Montenegro. Peludo y enclenque. Pero muy letal desde siempre. La memoria fluye fácil con ellos.

Pie de foto: Alemania Occidental-Hungría, Mundial de Suiza 1954. Campeón: Alemania Occidental. Este mundial tenía un componente muy interesante: primero que se jugó en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

Aquella era la Argentina de José Pékerman que en cuartos de final perdió con Alemania por definición de penales. El entrenador llegaría seis años después a dirigir a la selección Colombia que, desde Francia 98, no asistía a un Mundial. Y volvió no solo como equipo sino como país a Brasil 2014. Nacía un lazo que parecía perdurable con la fanaticada, las dudas eran perdonadas de parte y parte. Modelo de convivencia en medio de un país político que hablaba en La Habana de “mejor una paz imperfecta que una guerra perfecta”.

Unos penales frente a Inglaterra, las desventuras de Pékerman se miden en 12 pasos, dejaron por fuera a Colombia en los octavos de final de Rusia 2018. Nadie calculó que sería una eliminación larga y profunda, un viaje a las sombras. El país que representan Quintero, Mina, James y Cuadrado no estará en Qatar. Busquen en este equipo, entrenadores, dirigentes y jugadores, el mejor manual de autodestrucción. Recomendado.

Cada vez el fútbol reclama diferentes beneficios y derechos para quienes lo encabezan y protagonizan, pero desconocen que también tienen deberes. “Nación es Selección” suele decirse. Y olvidarse.

Y si de derechos se habla, Qatar no los tiene. Los exigen mujeres, migrantes y población LGBTQI, entre otros, excluidos sin pudor. “Lucha de culturas” intentan justificar entre dientes algunos; el pluralismo parece estar bajo las dunas cercanas a Doha.

Pie de foto: Alemania Occidental-Alemania Oriental, Mundial de Alemania: 1974. Campeón: Alemania Occidental. Es el primer Mundial que organiza Alemania. Y el sorteo de grupos depara que deben enfrentarse las dos alemanias: la socialista vs. la capitalista. El único duelo que hubo entre las dos.

Todo fue pifia desde cuando los mismos dirigentes de la FIFA aceptaron sobornos para entregar la sede al país árabe. Blatter y otros ejecutivos responden ante la justicia, muestran arrepentimiento, pero nada cambiará que esta copa de la ostentación se dispute en una fecha inusual, la de Papá Noel, renos, ángeles y querubines. Definitivamente, no es un Mundial cualquiera.

Los estadios de Qatar 2022

Los estadios que albergarán el Mundial se destacan por su diseño, sustentabilidad y por los costos, cifras que hay que leer una y otra vez. Pero también por el drama durante su construcción: se habla de 6.500 obreros muertos, según ‘The Guardian’, la mayoría inmigrantes.