Suecia ya clasificada para los octavos de final del Mundial femenino y espera conservar la buena dinámica en su último partido de la fase de grupos, el miércoles ante Argentina en Hamilton.
Tras ganar sus dos primeros encuentros, el último por 5-0 ante Italia el sábado, las escandinavas necesitan un punto para asegurar el primer puesto del grupo G, que les permitiría enfrentarse en octavos a un rival más débil.
Ante Argentina, última de grupo con un punto al perder 1-0 contra Italia y empatar 2-2 con Sudáfrica, la capitana Magdalena Eriksson aseguró que no se relajarían.
“Es muy importante. El partido del sábado no fue perfecto. Podemos hacerlo mucho mejor, tenemos mucho que aprender”, declaró.
También dijo que la sorprendente victoria de Colombia ante Alemania sirve de aviso sobre la capacidad de los equipos latinoamericanos, especialmente cuando Argentina necesita ganar para tener opciones de clasificarse.
“Nos sentimos confiadas, pero también humildes. Mañana (miércoles) tendremos una tarea difícil, ya que vimos cómo Colombia venció a Alemania”, explicó.
Suecia fue finalista en 2003, y quedó tercera del torneo en tres ocasiones (1991, 2011 y 2019), pero no ha ganado ningún título internacional desde la Eurocopa-1984.
El seleccionador Peter Gerhardsson dejó caer que haría cambios en su once inicial, que se mantuvo igual desde el comienzo del torneo.
“Estamos centrados en los octavos de final. Debemos organizarnos para que las jugadoras estén en condiciones óptimas para el partido”, sostuvo el técnico.
¿Clasificadas a octavos de final?
La vigente campeona Estados Unidos se clasificó para los octavos de final del Mundial femenino, tras un agónico empate 0-0 ante Portugal el martes en Auckland, dejando la primera plaza del grupo E a Países Bajos.
Las neerlandesas arrasaron contra Vietnam (7-0) en Dunedin, mientras que las estadounidenses rozaron la eliminación ante Portugal, que amenazó en el tiempo de descuento con un remate que terminó contra el poste.
¿Filipinas quedó sin entrenador tras eliminación en Mundial femenino?
El entrenador australiano Alen Stajcic dejó su puesto como seleccionador de Filipinas tras la eliminación del equipo en la fase de grupos del Mundial femenino, anunció el martes la Federación de fútbol del país.
Stajcic y su asistente Nahuel Arrarte han “decidido explorar otras vías”, escribió el organismo en un comunicado, sin dar más detalles sobre su futuro destino.
Bajo la dirección del técnico australiano, desde 2021, las filipinas pasaron del puesto 68 en el ranking mundial de la FIFA a un histórico puesto 46, añadiendo como guinda su primera participación en un Mundial femenino.
Incluso consiguieron una victoria, contra la coanfitriona Nueva Zelanda (1-0), antes de perder ante Noruega (6-0).
Cayeron finalmente eliminadas del grupo A tras un 2-0 ante Suiza.
Statjcic, de 49 años, también entrenó a la selección femenina de Australia entre 2014 y 2019.
¿Un Mundial a dos velocidades?
El Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda, que por primera vez reúne a 32 selecciones, expuso las grandes disparidades entre equipos cuyas jugadoras compiten en torneos exigentes y aquellas que juegan en ligas semiprofesional o incluso amateur.
Así como hay selecciones que compiten regularmente en torneos regionales, otras tienen pocas ocasiones para jugar.
Las diferencias se hicieron visibles en varios de los partidos, como el de Brasil-Panamá, en el que las canaleras cayeron goleadas 4-0, pese a que su entrenador, Ignacio Quintana, aseguró que le jugarían “de tú a tú” a la potencia suramericana.
“Lastimosamente nos falta bastante para trabajar en nuestro fútbol femenino, que tengamos una mejor liga, que podamos competir”, lamentó tras ese partido la volante Natalia Mills.
“Estamos acá haciendo lo que podemos”, expresó Mills, figura del Alajuelense de Costa Rica.
Con tres eliminatorias mundialistas a su haber, Mills finalmente alcanzó la ansiada clasificación en un repechaje contra Paraguay y Papúa Nueva Guinea. Las condiciones, dice, cambiaron en esta ocasión.
“Ha sido duro, esta es la primera vez que tenemos giras, tenemos amistosos, primera vez que nos dan una camiseta que cuando termina el partido las podemos cambiar. Nunca habíamos tenido eso”, recordó Mills.
Muchos han comentado en el torneo que las distancias se han acortado, citando el hecho de que ya no se ven goleadas estrepitosas como el 13-0 que le propinó Estados Unidos a Tailandia en 2019, o el 10-0 de Alemania a Costa de Marfil en 2015.
Pero algunas selecciones que han se han llevado goleadas de menor calado reconocen que llegaron a Australia y Nueva Zelanda sin mayores perspectivas de avanzar en la clasificación.
*Con información de AFP.