Braian estaba de vacaciones en Colombia después de su segunda temporada en el baloncesto universitario de los Estados Unidos, y aprovechó para pasar toda una mañana junto a su padre Hugo en Villanueva, Casanare, así como cuando era un niño. Lo acompañó a hacer vueltas hasta que llegó la hora de regresar a Villavicencio para un entrenamiento. Cuando llegó a su destino se encontró con la trágica noticia. Dos horas después de haber estado con su papá, él había muerto como consecuencia de un fulminante ataque al corazón. Después de la muerte de su padre, el mundo de Braian se derrumbó. Él era su ejemplo a seguir y quien le había ayudado a dar sus primeros pasos en el baloncesto. Por esto pensó que no volvería a jugar más y que abandonaría el sueño que estaba cumpliendo en Estados Unidos. Este pensamiento estuvo en la mente de Braian durante varios días. Su gran preocupación era el futuro de su familia. Sin el padre, Braian debía asumir la responsabilidad del hogar al ser el mayor de cuatro hermanos. Días después, Braian decidió entrar a las redes sociales de su padre para recordarlo. En uno de sus estados de Facebook, don Hugo había publicado una foto de cuando su hijo viajó a los Estados Unidos por primera vez con la frase: “En el aeropuerto despidiendo a mi hijo. Futura estrella de la NBA. Te amo”. Braian nunca había revisado la cuenta de Facebook de su papá pero parecía que el destino lo hubiera llamado a encontrar ese mensaje. La publicación lo motivó a dejar atrás la desolación del luto y encaminarse a cumplir el deseo de su padre. Este lunes el joven villanuevense empezó su participación en el Campo de Entrenamiento de los Orlando Magic, donde busca la oportunidad de ganarse uno de los 12 lugares disponibles en la plantilla de este equipo en la próxima temporada de la NBA. “No me gustaba el baloncesto” El baloncesto corre por las venas de Braian. Sus padres jugaron a nivel aficionado en su natal Villanueva, municipio ubicado en el extremo sureste del departamento de Casanare con aproximadamente 25.000 habitantes y que basa su economía en la agricultura y la ganadería. Le recomendamos: Braian Angola, un colombiano que está a un paso de llegar a la NBA Braian acompañaba a sus padres en los partidos pero lo hacía con un balón de microfútbol que en ese momento era su deporte favorito. El baloncesto no le gustaba porque le parecía difícil encestar y cuando jugaba no entendía las reglas. Siempre prefirió el microfútbol, el deporte que practicaba con sus amigos. En ese momento don Hugo se propuso enamorar a su hijo del baloncesto para cumplir el deseo que él nunca estuvo cerca de lograr: llegar a la NBA. Poco a poco, don Hugo le fue enseñando a Braian todas las reglas del deporte. No tuvo que pasar mucho tiempo para que el niño se fuera destacando y llegara a jugar con el equipo de la categoría de mayores de su padre cuando solo tenía 13 años. En ese momento un entrenador de Villavicencio vio el potencial del chico, muy alto desde temprana edad, y lo invitó a trasladarse a la capital del Meta, donde podía tener asegurada la educación. Su madre, doña Ofelia, era secretaria de un colegio y luego pasó a ser profesora. Don Hugo era maestro de deportes y dictaba clases de natación, fútbol y baloncesto. A Braian siempre le inculcaron la importancia de estudiar. Por eso Braian no dudó y tomó la decisión de irse de su casa. Cuando tomó esta determinación pensó: “Si me voy, les quito un peso de encima a mis papás para que no tengan que responder por mí”. Durante esta etapa, gran parte del crecimiento en la carrera de este talentoso niño se dio gracias al apoyo de sus paisanos que le financiaban sus viajes a los diferentes torneos de las categorías menores del país. Ahora cada vez que Braian regresa a su pueblo es una celebridad y no le niega una foto a nadie que se la pida porque recuerda que en los momentos de dificultad esas fueron las personas que le ayudaron a salir adelante y llegar hasta donde está ahora. Las actuaciones del número 11 en torneos nacionales fue llamando la atención de los técnicos de las selecciones Colombia de categorías juveniles, que se fijaron en él por su impresionante salto y capacidad atlética, esa misma que se reflejaba en sus volcadas. Estas estaban a la altura de los jugadores que participan en el concurso de clavadas de la NBA. “Mi primera clavada fue a los 12 años en un torneo intercolegiado en Agua Azul. El entrenador me dijo que me quedara en la mitad de la cancha y en un contragolpe salí y pude tocar el aro pasando la pelota. Luego empecé a entrenar más y a los 15 ya hacía 360 y a los 16 podía meter el balón entre las piernas”, recuerda Braian sobre este momento trascendental en la vida de un basquetbolista. En cuanto a su filosofía de juego siempre trató de emular a su ídolo Kobe Bryant, que no solo contaba con un gran talento sino que era un gran trabajador. Siempre el primero y el último en irse de sus entrentamientos, costumbre que también tiene el colombiano. De Villanueva a Estados Unidos El gran salto de Angola sería en un torneo sudamericano sub 17 en la ciudad de Cúcuta. El joven fue figura del campeonato y llevó a la Selección Colombia al tercer puesto, solo fueron superados por Argentina y Brasil, las dos potencias basquetbolísticas del continente. En el torneo FIBA Américas de Brasil, en el que no solo compiten los equipos sudamericanos sino también los de Centro y Norteamérica, Braian se consolidó como la estrella del conjunto colombiano y fue elegido entre los mejores del torneo. A este tipo de campeonatos asisten scouts de universidades y escuelas de los Estados Unidos que quieren reforzarse con estos jugadores a cambio de darles sus estudios por medio de una beca. El estelar casanareño recibió invitaciones para varios campamentos en los Estados Unidos en los que tuvo la oportunidad de jugar con los mejores talentos de las escuelas preparatorias del país, muchos de los que ahora están en la NBA. Este fue un momento de no creer para este joven que en ese entonces tenía 17 años. Se estaba codeando con los mejores jugadores jóvenes del país y que estaban llamados a llegar a la NBA en algún momento, algo que ni siquiera había imaginado en sus sueños más ambiciosos. Las brillantes actuaciones de Angola en estos eventos facilitaron que la preparatoria de Findlay en Henderson, Nevada, le ofreciera una beca para que continuara sus estudios secundarios en los Estados Unidos. El colombiano sabía que esta era una oportunidad que no podía desperdiciar. Sin embargo, también estaba por delante un duro reto pues no hablaba inglés e iba tener que adaptarse a un cambio total de cultura. Luego de graduarse en Findlay varios ‘community college’, Braian recibió ofertas de becas para que siguiera sus estudios universitarios en los Estados Unidos. Su elección fue Northern Idaho College, una universidad de la NAIA, división secundaria en la que pueden participar los jugadores que no cumplen con las altas exigencias académicas de la NCAA. Los primeros meses de Braian en esta escuela al borde del lago Spokane en el noroeste del país, fueron duros por la falta del dominio del idioma. El colombiano en la cancha y con sus espectaculares canastas se fue ganando el cariño de sus compañeros hasta convertirse en una celebridad dentro del campus. El escolta, su posición en el equipo, dio un gran salto de calidad tras su segundo año. Se convirtió en uno de los mejores jugadores del país a nivel de ‘community college’ promediando 21.4 puntos, 6.5 rebotes y 4.3 asistencias en 2016. Esto lo llevó a ser incluido en el quinteto ideal y a ser el segundo en la votación por el mejor jugador de esta organización. Con este alto nivel y ya pudiendo cumplir las exigencias académicas que requieren las universidades de la División 1 de la NCAA, Angola recibió cerca de mil cartas de invitación de las mejores ‘alma mater’ de los Estados Unidos en cuanto a la académico y lo deportivo. La elección fue la Universidad de Florida State, claustro que pertenece a la ACC (Conferencia de la Corte del Atlántico). Los Seminoles son uno de los mejores programas del país y cuenta con varios jugadores que han dado el salto a la NBA: Dwayne Bacon, Malik Beasley, Jonathan Isaac y Okaro White, razón que motivó al casanareño a empacar maletas con rumbo al sur de la Florida. La élite universitaria Este era un gran salto para el colombiano con respecto a lo que había vivido en North Idaho. Para ese momento debía enfrentarse a los mejores jugadores universitarios del país y a escuadras como Duke, Louisville, Notre Dame, Pittsburgh y Carolina del Norte, el alma mater de Michael Jordan. Como ha sido una constante a lo largo de su carrera, Angola empezó lento pero seguro. En los primeros partidos, el colombiano era suplente pero poco a poco fue sumando minutos gracias a su excelente tiro de tres puntos, capacidad atlética y sacrificio en defensa. Al final de la temporada, Braian ya era titular y logró el objetivo de llevar a su equipo al Torneo Universitario de la NCAA de 2017 por primera vez en cinco años. Este Torneo es conocido como ‘la locura de marzo‘ porque se disputan 67 partidos en un lapso de tres semanas mediante enfrentamientos directos por lo que siempre hay sorpresas y mucha emoción. En esta participación, los Seminoles avanzaron hasta la segunda ronda del torneo demostrando que estaban para grandes cosas con el colombiano en sus filas. Tras esta buena temporada de debut en la NCAA, Braian cumplió el sueño de volver a jugar con la Selección Colombia, cosa que no había hecho por la falta de gestión de la Federación Colombiana de Baloncesto para contar con los jugadores colombianos en Estados Unidos. Los jugadores colombianos en el exterior, que siempre han tenido mucho contacto entre sí, decidieron que esta era la oportunidad de reencontrarse y defender el amarillo, azul y rojo de su país en este torneo que reúne los mejores del continente. Se jugaría en Medellín. Con la camiseta de la selección Braian dejó huella. En una salida rápida frente a México, el 11 avanzó al aro con potencia pero en frente suyo estaba Lorenzo Mata, jugador de 2,07 m de altura y uno de los mejores jugadores defensivos del continente. Sin importar la presencia del coloso, Braian no frenó su camino al aro y se elevó por los aires superando la barrera y clavándola en una de las mejores jugadas del baloncesto internacional en ese año.
Después de esta participación en la que Colombia demostró que tiene con que pelearle a los grandes del continente, cayendo por márgenes pequeños frente a rivales de muy alto nivel como lo eran México, Brasil y Puerto Rico. La locura de marzo Tras esta actuación brillante, Angola se encaminó de vuelta a los Estados Unidos para cumplir su último año universitario con dos objetivos: llevar a los Seminoles lo más lejos posible en la ‘locura de Marzo‘ y elevar su nivel lo suficiente como para que los equipos de NBA se fijarán en él. En el torneo, el colombiano tuvo actuaciones brillantes siendo el capitán del equipo. Condujo a su quinteto hasta el Elite 8, es decir, a los cuartos de final del torneo, cayendo con Michigan, que a la postre sería el subcampeón. Fue la mejor actuación de Florida State desde 1993. Después de terminar su participación, el último compromiso deportivo de Angola con su claustro era el ‘Senior Day’, una tradición del deporte universitario norteamericano en la que se hace un homenaje a los jugadores que disputan su último partido con su ‘alma mater’. El casanareño fue la figura de su equipo en la victoria frente a Boston College por 85 a 76 con 21 puntos y 4 asistencias en 31 minutos de juego. El mejor momento la noche estaba por venir. Mientras le entregaban una camiseta enmarcada con su nombre, el comentarista de la Arena anunció que la mamá de Braian estaba presente lo que desató un ataque de llanto del jugador que solo pudo taparse la cara con la camiseta y aprovechar ese mágico momento para recordar todas las enseñanzas de doña Ofelia. Este emotivo momento se convirtió en un video viral en todos los Estados Unidos: ya tiene más de un millón de reproducciones.
Sueño roto Ya habiendo superado esta etapa académica la mente de Braian estaba en la NBA. Lo primero que hizo fue firmar a un agente que se encarga de gestionar invitaciones de los diferentes equipos con la esperanza de ocupar uno de las 60 selecciones del Draft. El Draft es el procedimiento mediante el cual los equipos incorporan los jugadores que eligen seguir el camino del profesionalismo teniendo dos selecciones al final de cada temporada y que se hace de acuerdo a un sorteo en el que los equipos menos fuertes tienen la posibilidad de elegir primero. Puede leer: En video: El llanto de alegría de un basquetbolista colombiano que se hizo viral en Estados Unidos Ser tenido en cuenta en este evento ya significa una verdadera hazaña. Miles de jugadores del baloncesto buscan llegar al más alto nivel pero solo 60 llegan a ser nombrados en este evento de gala. Previo a la noche de selección, los jugadores realizan diferentes ‘workouts’ con equipos que les envían invitaciones y uno general al que asisten la mayoría y en el que se realizan diferentes pruebas físicas y técnicas para que los miembros de las organizaciones puedan evaluar más de 100 talentos que quieren un lugar en la Liga. En el caso de Braian recibió invitaciones de Oklahoma City Thunder y Orlando Magic y después de dejar una buena impresión tenía toda la esperanza puesta en ser seleccionado en la segunda ronda. Sin embargo no fue elegido. El colombiano llegó a creer que el sueño de su padre ya no se iba a cumplir. Pero justo cuando terminó el Draft, Angola recibió la llamada más importante de su vida. Era su agente: le dijo que Orlando Magic le iba a dar una oportunidad. El equipo había vendido su selección de Draft pero estaba muy interesado en el colombiano entonces lo invitó a la Summer League (Liga de Verano) como jugador no seleccionado. A un paso Este evento se realiza en Las Vegas y cuenta con la participación de todos los equipos que quieren probar sus jugadores jóvenes, incluyendo los novatos y los que ya están en la Liga por lo que el nivel competitivo es muy fuerte y cada jugador quiere demostrar que tiene las capacidades para jugar en el máximo nivel del baloncesto en el mundo. Cómo ha sido una constante en su carrera fue ganándose un lugar poco a poco. En el primer partido jugó cinco minutos, luego 10. En el tercero 20 y para el cuarto y el quinto partido fue uno de los inicialistas.
Al final terminó promediando 17 minutos y 5,4 puntos. Más importante que eso fue haberle demostrado a los dirigentes de la franquicia de la Florida que tenía las condiciones para estar en la Liga por lo que le ofrecieron un contrato ‘Exhibit 10’. Con este contrato Braian va a estar en la pretemporada del equipo compartiendo con los jugadores y el técnico Steve Clifford, durante 17 días en los que buscará ganarse un lugar. En caso de que el entrenador lo considere, Braian podría llegar al roster oficial y convertirse en el primer colombiano en la historia de la NBA. En este campo de entrenamiento Braian estará junto con Aaron Gordon, máxima estrella del equipo y reconocido como uno de los mejores clavando la pelota en la NBA. Además, en este lapso viajará a juegos de exhibición empezando por México. Antes del casanareño, Álvaro Teherán también había estado en una pretemporada con los Philadelphia 76ers pero el gigante cartagenero de 2,17 no fue elegido para el roster final y siguió su carrera en Europa. Si Braian no logra quedar en el roster oficial va a recibir 50 mil dólares y la posibilidad de estar en la NBA G-League, que es la Liga de desarrollo en la que los jóvenes afianzan su talento en caso de no estar preparados para la Liga y donde es común que los equipos acudan cuando sus jugadores sufren lesiones para remplazarlos. Este lunes se realizó el Media Day, el día en el que los medios se encuentran con los jugadores para hacer las fotos y videos que se van a usar a lo largo de la temporada y ahí estuvo Braian vistiendo la camiseta 27 de los Magic. Se llegará la pretemporada en la que Brian seguirá con su filosofía de dar lo mejor de sí por el equipo y hacer lo que le pidan para ayudar a lograr la victoria. Y como motivación una publicación de su padre y la responsabilidad de representar a todo un país que tiene la esperanza puesta en tener su primer jugador en la NBA. *Alfonso Hernández.