Sofía se adentraba en las profundidades del océano atlántico en el mar de las Bahamas para pescar la comida del día. Lo que ella no esperaba era que cuando se estaba sumergiendo en los espectaculares arrecifes se iba a encontrar de forma intempestiva con un tiburón.Como si fuera la película de Steven Spielberg se topó con un escualo que a pesar de no ser un tiburón blanco, la bestia con la que el director estadounidense aterrorizó a millones, logró sorprender a la apneista que sin importar la tensión del encuentro supo mantener la calma con solo el aire que había guardado en sus pulmones segundos antes de hundirse en estas cristalinas aguas.Según ella misma cuenta al recordar este episodio que hubiera sido aterrador para la mayoría de personas, el miedo es solo una ilusión: “La gente dice que los tiburones comen gente, pero los tiburones están más asustados de uno de lo que uno está de ellos”.Y es que fortaleza mental fue la clave para que la pereirana de 25 años lograra el récord mundial de buceo libre en peso constante con bialetas, alcanzando una profundidad de 84 metros en las aguas de Soufriere and Scott en la isla de Dominica.Sofía rompió el récord que le pertenecía a la eslovena Alenka Artnik, que había establecido la marca 82 metros en 2016. Primero el 5 de julio descendiendo 83 metros y un día después mejoró la marca con 84, llegando a un lugar que nadie más había logrado.Desde que era una niña supo que tenía habilidad especial. Cuando participaba en los típicos juegos familiares para ver quién aguantaba más debajo del agua siempre era la ganadora lo que la motivó a incursionar en el nado sincronizado, un deporte en la que esta destreza es fundamental.Cuando se graduó del colegio en Pereira, Sofía decidió buscar un nuevo rumbo y se mudó a la ciudad de Medellín para estudiar ingeniería civil y seguir desarrollando su carrera atlética en varios deportes acuáticos.Pero sería hasta principios de 2015, cuando se graduó de la universidad y conoció a Jonathan Sunnex que decidió incursionar en la apnea de profundidad. El que hoy en día es su entrenador y novio, la motivo a dejar la piscina y participar en competencias en mar abierto. Al ver los buenos resultados resolvió dedicarse de lleno a esta disciplina y mudarse a la isla de Dominica.Este lugar es único en el mundo pues yace cerca el cráter de un volcán inactiva por lo que es muy profundo muy cerca de la orilla. “Nadando solo 5 minutos ya podemos alcanzar un fondo de 150 metros de profundidad. Además como no hay estaciones las condiciones no cambian durante el año y el agua siempre está calentita por lo que un traje especial no se siente nada de frio”, dice Sofía que es consciente del privilegio que goza al vivir en este paraíso tropical.Un día típico de Sofía en esta maravillosa isla del caribe está lejos de seguir los planes de la mayoría de foráneos que aprovechan su estadía para descansar y divertirse en sus vacaciones.“Me levanto temprano, desayuno, espero como una hora para digerir el desayuno, y luego empiezo mis ejercicios de respiración y de estiramiento. Y después del estiramiento voy al agua y entreno más o menos tres horas en el agua. Y ya se me fue todo el día haciendo eso, porque entre el estiramiento y todo se demora uno un montón de horas”, es la narración de Sofía de su rutina diaria.Pero más allá de la exigente preparación física, lo que prima en esta clase de competencias es la fortaleza mental. Para Sofía este deporte es “70% mente y 30% cuerpo” pues a pesar de que se haya hecho una preparación física perfecta si en el momento de hacer el descenso hay algún miedo todo se puede irse al traste.Pero para ella el miedo no existe: “Nunca siento miedo como de que me voy a ahogar, sino que son más pensamiento negativos, como "deberías salirte ya", o, "no vas a alcanzar a llegar abajo porque no vas a compensar la presión en los oídos", bueno, un montón de cosas que terminan siendo pensamientos negativos que debó controlar”.Y es que si hay algo que transmite Sofía es su confianza en sí misma. Inclusive llega relajarse cuando se sumerge en lo profundo del mar. “En los días del récord iba muy enfocada en la inmersión y en el momento en el que estaba. Pero hay días de entrenamiento en los que voy cantando una canción, o cosas así. Eso va mucho en el ambiente, en el día, en la hora, en el momento”.La apneista tiene un carisma inigualable que la ha convertido en toda una celebridad en las redes sociales que según ella es en donde “pierde más el tiempo, además de ver videos de gatos en YouTube”.Ella misma se encarga de administrar sus diferentes cuentas y puede escribir de cualquier tema que se le ocurre y recibe cientos de reacciones hablando de temas tan serios como la reducción para el presupuesto del deporte o tan divertidos como los memes que usa por no saber manejar.En su Instagram tiene más de 92 mil seguidores y en Twitter, 26 mil pero eso no impide que se siga sorprendiendo cuando recibe un mensaje de otros famosos que son fuente de inspiración para ella.Ella recuerda la explosión de felicidad que sintió cuando vio un mensaje de felicitación de la dos veces ganadora del oro olímpico, Mariana Pajón: “Recibí un mensaje de Mariana Pajón, y yo era como: ¡Mariana me escribió!", estaba emocionada full. Es muy chévere sentir ese apoyo y esa comunidad tan bonita que hay entre los deportistas”.Otra de sus aficiones es la lectura y cada vez que puede se devora un libro bajo el abrasante sol de Dominica. El que está leyendo ahora es Harry Potter y la orden del Fénix. Ya lo había leído en español pero ahora lo está haciendo en inglés porque para ella comunica mucho más que la traducción.Durante su entrenamiento también aprovecha para disfrutar de otro de sus pasatiempos que es la música. Sus largas horas en el gimnasio y la bicicleta las acompaña al ritmo de su música favorita dependiendo el ánimo del día: “También depende. Un día escucho Aerosmith, otro día escucho Carlos Vives, otro reggaeton, también varía depende del ánimo en que me levante”.La preparación para aguantar los rigores que significan sumergirse con solo la ayuda de unas aletas y un lastre no es fácil. “Nuestro entrenamiento tiene dos fases muy diferenciadas. Una es la fase de la preparación física, donde hacemos gimnasio, yo monto bicicleta, tenemos la parte de apnea en piscina... todo para preparar el cuerpo para trabajar con altos niveles de CO2, ácido láctico, y estar preparada muscular y físicamente. La otra parte es la parte de profundidad, que es acostumbrar al cuerpo a la presión del agua”, es la explicación sobre cómo debe acondicionarse para ser la apneista que llegado más profundo en la historia.Después de romper un récord mundial la motivación se podría ver diezmada pero eso no pasa con Sofía que tiene un constante deseo de seguir mejorando y resultar victoriosa en todas las competencias en las que participa.El próximo gran reto para Sofía es el campeonato mundial que se disputará a finales de Agosto en Roatán, Honduras, en donde espera confirmar que es la mejor del mundo llevando la bandera de Colombia a lo más profundo del océano.