Los jugadores de ambos equipos habían acertaron todos los cobros desde el punto penal. La semifinal de la Copa de Tailandia seguía empatada, 19 a 19. Volvía a ser el turno de los arqueros. El primero fue el portero del Bangkok Sports Club que golpeó la pelota fuerte pero la estrelló en el palo. Su colega se levantó y salió corriendo a celebrar. Lo que no sabía ninguno de los dos es que mientras la pelota seguía en el aire y por un embrujado efecto tomó destino hacía el desprotegido arco. Al ver como ingresaba la esférica, el cobrador se arrodilló en el césped del Estadio Queen Sirikit Anniversary celebrando su buena fortuna.El vigésimo disparo fue fallado por el Bangkok Sports Club y  el Satri Angthong se quedó con la clasificación en una de las definiciones más curiosas del deporte en ese año.Esta no es la primera vez que sucede que por celebrar antes de tiempo, se dan esta clase de resultados que desafían las leyes de la física. Otro caso recordado fue el del Khalid Askri, que creyó que había atajado su penal pero por irse a celebrar el efecto de la pelota hizo que entrará el balón.El portero marroquí entró en depresión y estuvo a punto de retirarse del fútbol pero se recuperó y llegó a jugar un Mundial de Clubes FIFA llegando hasta la fase semifinal de la edición de 2013.Un caso en el que un colombiano fue protagonista se dio en el patinaje. Alex Cujavante creyó que ya tenía asegurada la medalla dorada de los 15 mil kilómetros en el Mundial de Guarne patinaje si ver que en la línea de meta era superado.