Kylian Mbappé, autor de tres goles en la final del Mundial de Qatar 2022, se quedó con las ganas de repetir el título que había conseguido hace 4 años en Rusia. A pesar de una noche fantástica en lo individual, el jugador del PSG terminó viendo la celebración de los argentinos desde el banquillo, destrozado por la derrota.

Su reacción al ver el último penal, convertido por Gonzalo Montiel, fue darse la vuelta y buscar refugio en los miembros del staff de Francia, que intentaron consolarlo al igual que el resto del plantel.

Mbappé fue la luz que mantuvo viva la ilusión de los bleus, después de 80 minutos en los que Argentina los dominó, apareció cobrando un penal importantísimo y luego, con una espectacular pirueta, marcó el 2-2 que llevó todo a la prórroga, donde volvió a marcar desde los 12 pasos para el 3-3, otro golpe más a la moral de la albiceleste.

Es por eso que sus lágrimas son apenas entendibles, al ser el faro y confirmar que está camino a convertirse en el sucesor de la era dorada protagonizada por Cristiano Ronaldo, su ídolo, y Leo Messi, su compañero y rival en esta noche histórica en Qatar 2022.

¿Heredero de Pelé?

Aguantar hasta los penales frente a Argentina con un triplete en la final y quedarse a un paso de ganar dos Copas del Mundo antes de cumplir los 24 años puede ser considerada por Kylian Mbappé como una firme invitación para sentarse en la mesa con el mito Pelé.

Mientras, en São Paulo, a miles de kilómetros de Doha: “Masaje en los pies y Mundial en la tele”, publicó Kely Nascimento como pie de la foto en la que se ve a una joven sonriente masajeando el pie izquierdo de su padre Pelé.

Cuando Gonzalo Montiel marcó el último penal argentino (4-2) y se desvaneció el sueño galo, Mbappé siguió desde el césped la espectacular celebración argentina. Se acercó a consolarlo el arquero albiceleste Emiliano Martínez e incluso el presidente francés Emmanuel Macron.

Francia se quedó a un paso de ser el primer equipo desde el Brasil de Pelé (1958-1962) en levantar dos títulos mundiales consecutivos. Finalmente, Mbappé no podrá celebrar su 24.º cumpleaños dentro de dos días con un segundo trofeo dorado en su mesa.

Pero su exhibición está a la altura de O Rei, en el hospital desde hace unas semanas debido a un reajuste en un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer de colon. Seguir las andanzas de su heredero por televisión le habrá provocado muchas satisfacciones.

Pelé y Mbappé juntos en un evento en París en 2019 | Foto: REUTERS/Christian Hartmann

Pelé fue campeón en Suecia-1958, con solo 17 años, y repitió en Chile-1962, aunque solo pudo disputar dos partidos debido a una lesión. Mbappé supera las cifras individuales de Pelé en sus dos primeros mundiales. Suma más partidos (14 frente a 6) y más goles (12 frente a 7).

El brasileño ya había vaticinado algo similar. “Si Kylian sigue igualando mis récords así tendré que desempolvar las botas de nuevo”, escribió durante Rusia 2018. “El rey seguirá siendo el rey”, respondió el francés con respeto hacia el genio.

Ambos futbolistas han cultivado desde entonces una cercanía en los últimos años, encontrándose incluso en algún acto promocional en París. Durante el Mundial, cuando Pelé fue ingresado y el mundo del fútbol temió el peor de los desenlaces, Mbappé posteó: ‘Recen por el rey’.

Unos días después le llegó la respuesta desde São Paulo. “Gracias. Estoy feliz de ver cómo rompes otro de mis récords en este Mundial, amigo”, escribió en referencia a los goles que multiplicaba Mbappé en Qatar.

Y es que el supersónico delantero del PSG, originario de Bondy, en la periferia de París, está concebido para batir todos los récords. Con 253 goles marcados en sus 363 primeros partidos, el jugador formado en el Mónaco supera en precocidad a Messi y Cristiano Ronaldo, las dos leyendas que le han precedido en el imaginario del fútbol mundial.

*Con información de la AFP.