El mismo día en el que nació Mahatma Gandhi, líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero pacifista, se celebra el Día Internacional de la No violencia. Así lo dispuso la ONU desde hace seis años, cuando estableció el 2 de octubre como la fecha indicada para recordar el natalicio de este hombre. En esta ocasión se conmemoran 144 años del nacimiento del religioso y, de nuevo, se pretende “diseminar el mensaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la conciencia pública”, como lo dispone la resolución de la Asamblea General de la ONU del 15 de junio del 2007, con la que se inició el reconocimiento. La historia de Mohandas K. Gandhi, conocido como Mahatma (alma grande) comenzó en 1869 en Porbandar, capital de una provincia de la cual su padre era primer ministro, en el actual estado de Gujarat, India. Su entorno familiar fue clave en su formación, pues su madre, profundamente religiosa, pertenecía a una rama del hinduismo que privilegia la tolerancia y la convivencia pacífica entre las religiones. En su momento el joven aristócrata viajó a Londres a estudiar derecho, y a su regreso montó una oficina de abogado que tuvo un éxito relativo. Luego, en 1893, viajó a Sudáfrica y sufrió la discriminación por parte de los blancos debido a su piel india. Desde ese momento, comenzó a luchar por los derechos de las minorías. Gandhi llamó a su método de desobediencia civil "satyagraha", que significa "la fuerza de la verdad". Este consistía en romper deliberadamente las normas que consideraba injustas para que la persona fuera apresada y, con su sacrificio, demostrar la ilegitimidad de la norma y convencer a las autoridades de derogarla. En 1915, regresó a India. Convertido en una figura del Congreso Nacional, lideró varias campañas contra las autoridades del imperio británico que gobernaba en su país, luchó por la comprensión entre las religiones y consolidó su prestigio como un bastión moral en el mundo. En efecto, Gandhi lideró la independencia de India a mediados de los 40. Años después, fue asesinado por un ultranacionalista hindú, quien creía que el pacifista había promovido la secesión de una parte de la nación para los musulmanes, hoy conocida como Pakistán. Cuando el hombre disparó tres veces contra Gandhi, el 30 de enero de 1948, las cámaras de un noticiero de cine estaban grabando el momento. Ese día se registró uno de los primeros magnicidios de la historia y el mundo perdió a un apóstol de la acción no violenta, pacifista por excelencia.