El proceso para desmontar los subsidios a los combustibles, que le ha costado billones a las finanzas públicas, continúa a paso gradual, con ajustes a cuentagotas en los precios de la gasolina y del ACPM. La Comisión de Energía y Gas (Creg) emitió el 2 de agosto la Circular 049 de 2024, en la que estableció los precios de referencia de venta al público de ambos combustibles vigentes a partir del 3 de agosto.
En promedio, en las 13 principales ciudades del país, el galón de gasolina tendrá un costo de 15.568 pesos, lo que implica una leve corrección de 20 pesos frente al precio vigente en julio, que fue de 15.588. Esto está relacionado con el fuerte incremento que ha tenido dicho combustible desde septiembre de 2022, cuando bordeaba los 9.000 pesos. Es decir, como desde entonces ha subido 6.500 pesos, los expertos han explicado que ya se encuentra en un nivel de paridad con el valor internacional, lo que implica que no requiere subsidio.
Durante agosto, la gasolina más cara se pagará en Villavicencio, con un costo de 16.085 pesos por galón. El caso contrario estará en Pasto, con 13.717 pesos. Bogotá es el mayor consumidor y tendrá un precio de 15.985 pesos.
En pleno ascenso
Caso contrario es el del diésel, un combustible que sigue altamente subsidiado y que es el responsable del enorme hueco que tiene el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), el cual superaba los 20 billones de pesos al cierre del año pasado. El problema es que subir el precio del diésel es políticamente muy complicado y podría tener fuertes impactos sobre la inflación, dado que este es el combustible utilizado para la movilización de carga y el transporte de pasajeros.
Tras no lograr un acuerdo con los gremios de carga y transporte, el Ministerio de Hacienda anunció recientemente que el diésel tendrá un fuerte incremento en su precio. La idea sería subir unos 6.000 pesos por galón, tal como ocurrió con la gasolina, y esto se tendría que dar entre este y el próximo año, “porque es insostenible”, insistió el jefe de esa cartera, Ricardo Bonilla.
Como resultado, el ACPM que llevaba varios años bordeando los 9.000 pesos empezó a subir. En enero de este año estaba en promedio en las 13 principales ciudades en 9.064 pesos, en febrero subió a 9.382, en abril a 9.396, en julio a 9.400 y en agosto llegó a 9.456. Esto implica un alza de 392 pesos en lo corrido del año y de 16 pesos en el último mes.
En el caso de este combustible, Cali tendrá los precios más altos, con 9.892 pesos por galón, y Cúcuta el más bajo, con 7.441. En Bogotá será de 9.756 pesos.
Pese a la decisión del Gobierno, de ir ajustando los precios de los combustibles a los valores internacionales, en esta medida también pesará el costo del petróleo (que se han mantenido por encima de los 70 dólares por barril), y el del dólar en Colombia (también por encima de los 4.000 pesos).
Otros precios
En la circular de precios vigentes para agosto, la Creg también estableció el ingreso al productor de gasolina motor corriente en 10.380,44 pesos por galón. Para el productor de ACPM se mantiene en 4.855,12 pesos por galón. En el caso del productor de alcohol carburante (que se usa para mezclar con la gasolina y reducir sus niveles de contaminación), regirá un valor de 15.906 pesos por galón. Finalmente, el ingreso al productor del biodiésel (que se hace usualmente con aceite de palma) será de 16.930,51 pesos.