‘Estable y con pronóstico reservado’. Esa expresión que se les escucha decir a los médicos sobre un paciente encajaría ahora en Bogotá, ciudad que tuvo un pobre crecimiento de la economía, de tan solo 0,2 %, en el segundo trimestre de 2023. La cifra está por debajo del promedio nacional en ese periodo, cuando fue de 0,3 %, según informe del Dane.
‘Pronóstico reservado’ porque, de cara a las elecciones de octubre, cuando se elegirá el reemplazo de la alcaldesa Claudia López, nada es claro aún acerca del rumbo que tomarán muchas variables en la capital del país. Mucho dependerá de la voluntad política del elegido en las urnas para acelerar el desarrollo en un año que, tradicionalmente, suele ser muerto con la excusa de que es el primero de una nueva administración.
Lo cierto es que el ganador de las elecciones en Bogotá tendrá grandes desafíos. Buscar la manera de poner el acelerador, para que los sectores que están de capa caída levanten cabeza no será nada fácil el próximo año, cuando el crecimiento nacional podría verse aún más impactado que en este, en el cual, según los supuestos presentados en el proyecto de presupuesto general, la expansión será de 1,5 %, desde el 1,8 % en la presente vigencia.
El freno en la producción en la capital del país arrastra muchas variables, pero las sociales son las más relevantes, y en particular, la de pobreza, que provocó roces entre el presidente de la República, Gustavo Petro, y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
El primero dijo que era “una barbaridad histórica” el hecho que casi un millón de personas pasaron a la pobreza en el gobierno pasado, “desde unos niveles que fueron los mínimos en la Bogotá Humana” (es decir, durante su paso por la administración distrital). A ello, López respondió que Duque había ayudado más a los pobres y recordó que el mundo viene de una pandemia que lo atropelló todo. Algunos de los aspirantes aprovecharon la fricción para encender mechas a su favor.
¿Cuál es la realidad?
En los últimos meses, los colombianos escuchan caídas en distintas subramas de cada sector de la economía. Para Bogotá, según informe de la Secretaría de Desarrollo Económico, el PIB de la capital, fue de 65,2 billones de pesos y aunque solo tres actividades decrecieron, lo hicieron de tal manera que jalonaron el resultado total hacia ese 0,2 %.
La cifra es aún peor si se quita el efecto estacional y calendario, teniendo en cuenta que el trimestre del análisis incluye la Semana Santa y algunos días de las vacaciones de junio. Bogotá decrece 0,5 %, variación que se explica por caída en actividades financieras y de seguros, que se contrae en 4,8 %; seguida de explotación de minas y canteras, que retrocede en 4,7 %, y el sector comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas; Transporte y almacenamiento; Alojamiento y servicios de comida que decrecen 1,1 %.
La construcción, que de paso se lleva el empleo, en su serie original se contrajo en 13,3 %, según detalla el informe de la Secretaría de Desarrollo. Por el lado de la industria manufacturera, la caída fue de 5,1 %, y si se pone el visor en el comercio al por menor y mayor, el transporte y almacenamiento, el alojamiento y servicios de comida, la disminución fue de -3,4 %.
Las que sacaron la cara
Por el contrario, tuvieron resultados positivos las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios; actividades de los hogares individuales en calidad de empleadores; actividades no diferenciadas de los hogares individuales como productores de bienes y servicios para uso propio, que crecen 15,3 %, pero solo contribuyen en 0,9 puntos porcentuales a la variación anual.
Por el lado de educación; actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales, el crecimiento fue de 2,8 %, pero solo contribuye 0,5 puntos porcentuales al resultado total.
La inseguridad, lo peor
Aunque son muchos los problemas que habrá de enfrentar el ganador de las elecciones, se tendrá que dar la pela por la seguridad, ya que es el problema que los citadinos identifican como lo peor. Según encuesta ciudadana realizada en el contexto de Bogotá Cómo vamos, el 65 % de las personas percibían el atraco callejero como lo más grave, y 43 % consideró que las normas son muy flexibles con los delincuentes.
Es decir, por mucho tema de movilidad que saquen los aspirantes a la Alcaldía, al hablar del Metro, de los trancones, de la protección ambiental de la reserva Van der Hamen, nada funcionará si no hay seguridad.
En pos de una mejora
En el tema puntual de la economía, el secretario de desarrollo económico, Alfredo Bateman, dijo que está poniendo el pedal para tener un tercer trimestre con mejor resultado. “En particular, estamos avanzando en la generación de espacios de interconexión con el mercado y en líneas de crédito ofrecidas en alianza con entidades financieras, dirigidas a las unidades productivas que necesitan un impulso adicional para capitalizar oportunidades”.