En la actualidad se han transformado la forma en la que se concibe el trabajo y donde los modelos presenciales han dado paso a los modelos híbridos como los nuevos favoritos de los trabajadores colombianos.

Al respecto, la firma WeWork llevó a cabo un estudio junto con Michael Page para entender los nuevos hábitos, prioridades, demandas y valores de los profesionales que enfrentaron uno de los períodos de reinvención empresarial más desafiantes y creativos de las últimas décadas.

De esta manera, según el informe, el 90.5% de los colombianos cree que los principales retos del trabajo totalmente presencial es la pérdida de tiempo en desplazamiento y el 85.8% manifiesta sentirse más feliz compartiendo su jornada trabajo entre la oficina y el home office.

Los baby boomers

Dicha tendencia se hace más evidente en los baby boomers (personas nacidas entre 1949 y 1968) donde ninguno está dispuesto a volver a la oficina de forma 100% presencial y en el caso del modelo híbrido, 75% señalan que hay un impacto positivo en su salud mental.

Además, el 50% manifiesta un cambio positivo en su creatividad y el 75% no consideran que hayan cambiado las oportunidades de liderazgo, pero sí que tienen más tiempo de calidad con su familia y amigos.

En ese sentido, el modelo híbrido ha traspasado las barreras generacionales e influyendo de forma positiva en el estado anímico de forma intergeneracional.

En los más jóvenes

Por otra parte, entre los más jóvenes, como los millennials (personas nacidas entre 1981 y 1993), el 64,8% no los encuestados mencionó que no estaría dispuesto a regresar a la presencialidad, pero respecto al modelo híbrido, el 66% considera que su productividad ha aumentado.

Por otra parte, el 43,5% considera que tiene mayor compromiso y lealtad hacia su empresa; el 88,7% tiene mayor tiempo de calidad con su familia y amigos; y el 83.8% cuenta con un mejor balance entre su vida personal y profesional.

Dichos datos muestran la necesidad de seguir impulsando los modelos de trabajo híbridos, sobre todo pensando en la tendencia de nómadas digitales que se sigue extendiendo en el mundo.

Juan Carlos Peñaloza, country manager de la firma en Colombia y Costa Rica, aseveró que “este tipo de modelos híbridos son los que necesitan y exigen los colaboradores de las nuevas generaciones: la posibilidad de reducir sus tiempos de desplazamiento, así como tener la libertad de acomodar sus horarios de trabajo a la hora que mejor les funciones para mantener un equilibrio y sana integración entre vida personal y laboral”.

Flexibilidad

Además, el estudio mostró que es importante añadir a estos modelos de trabajo un componente importante y es el de la flexibilidad.

El 80.6% de los encuestados valora la oportunidad de poder decidir en qué momento es importante estar de manera presencial y cuando gracias a un trabajo desde otro lugar fuera de la oficina pueden encontrar un equilibrio entre su vida personal y profesional.

Partidarios del trabajo presencial

Por otra parte, de acuerdo con el estudio “CEO Outlook 2022, Growth strategies in turbulent times” de KPMG, en el pilar de talento, los hallazgos mostraron más planeación para la recesión.

El 75% de los líderes dice que ha implementado un plan de pausa en las contrataciones de sus empresas a un término de 6 meses; esto sumado a una adopción de un modelo (de vuelta a la normalidad) que ha cogido fuerza en los últimos meses.

Sobre este tema, el 65% de los líderes es partidario del trabajo presencial, 28% vota por el trabajo híbrido y el 7% por trabajo remoto. Esto supone un interés de los líderes para que sus colaboradores tengan un relacionamiento con propósito y no sean simples máquinas trabajando desde sus hogares sin relacionarse con nadie.

Así mismo, teniendo en cuenta la paridad de género, mientras el 51% de las mujeres líderes sudamericanas y el 35% del total de líderes encuestadas aseguraron que la pandemia tuvo un impacto negativo en los lugares de trabajo en materia de objetivos de paridad de género; el 43% de las primeras y el 40% de las segundas confirmaron que la crisis sanitaria postergó el progreso sostenido que venían experimentando las políticas de inclusión y diversidad dentro de las empresas.