Así quedó claro luego de conocerse el tercer informe del Observatorio de Inversión Privada que publican el Center for International Private Enterprise (Ciper) y la firma Jaime Arteaga y Asociados (JA&A).

De acuerdo con el estudio, el impacto de la pandemia en estas zonas agudizó muchas de las brechas que existen con otras zonas del país.

El análisis está concentrado en las 16 regiones donde se encuentran los municipios asociados a los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (Pdet) con los que el Estado colombiano decidió priorizar inversiones y políticas de desarrollo.

Según el estudio, en los primeros seis meses se crearon en estas zonas 8.680 empresas, lo que corresponde a 6,6 por ciento del total de unidades productivas creadas en todo el país durante este mismo período. Aún así, es claro que la pandemia golpeó fuertemente el tejido empresarial en estas zonas, porque apenas una tercera parte de las unidades productivas ubicadas allí renovaron su matrícula mercantil.

El enfoque de los Pdet implica la participación de todos los actores de las regiones donde están además de la sociedad civil y el gobierno, los empresarios y las organizaciones de cooperación internacional. Una de las metas es lograr el desarrollo de la iniciativa privada, acompañada de inversiones públicas importantes para superar brechas.

Por eso, el estudio se detiene en el análisis sobre las cifras de supervivencia empresarial en un período de seis años. Las zonas Pdet con mayor tasa de supervivencia son Sur de Córdoba, Arauca y Catatumbo que tienen un nivel de 53 por ciento, 46 por ciento y 43 por ciento, respectivamente. Las otras 13 regiones Pdet tienen tasas de supervivencias empresarial de 6 años menores al 37%. Se destaca el caso de Sur del Tolima y Pacífico y Frontera Nariñense que tienen apenas un indicador de 9 por ciento y 1 por ciento de tasas de supervivencia.

Uno de los aspectos relevantes es el tributario, pues los municipios Pdet venían mostrando, hasta finales de 2019, crecimientos importantes en recaudo en predial e impuesto de industria y comercio (ICA) tributos en los que estas regiones venían mostrando crecimientos por encima del nivel nacional.

Por ejemplo, en ICA, el recaudo en los municipios Pdet alcanzó el año pasado los 437.172 millones de pesos, 5 por ciento más que al recaudo promedio nacional. En el caso del predial, el recaudo fue de 424.764 millones de pesos, un crecimiento de 18 por ciento, muy por encima del crecimiento promedio nacional de 10 por ciento.

Es claro que esta tendencia se vio afectada por la situación de pandemia y la crisis económica derivada del aislamiento, pero esas cifras solo se conocerán al finalizar el año.

El alto consejo para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, explicó durante el evento de lanzamiento del estudio que era claro que la pandemia había impactado negativamente a las zonas Pdet, pero que el fenómeno fue generalizado en el país. Dijo que el Gobierno Nacional y el Congreso han cumplido sus obligaciones y que han adjudicado presupuestos importantes para las obras en estas regiones afectadas por la pobreza y el conflicto.

Puso como ejemplo que la nueva ley de regalías adelantó recursos por 4,5 billones de pesos para municipios Pdet, plata que se invertirá el próximo año.

Igualmente, destacó que buena parte de esos recursos se van a ir a inversiones prioritarias en carreteras. De hecho, ya está identificado 100% de las vías secundarias y terciarias que son vitales para que estas poblaciones recuperen y consoliden su actividad económica.

Los autores del estudios, Simón Mejía, subdirector de Asuntos Públicos de JA&A, y Paula Lozano, gerente de Inversión Privada, de la misma firma, explicaron que las brechas que la pandemia puso en evidencia son las de la informalidad, el acceso al crédito y la conectividad. Por eso recalcaron que la acción del Estado debe apuntar a resolver estos obstáculos que frenan el desarrollo de estas poblaciones.

Del evento también participaron Deccy Ibarra, presidente de la Cámara de Comercio de Putumayo; Angélica Mayolo, presidente de la Cámara de Comercio de Buenaventura; Sandra Alzate, de la Asociación de Fundaciones Familiares y Empresarios y María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz.

Archila igualmente aseguró que la forma de planeación de los Pdet ya fue reconocida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como destacada en Latinoamérica, pues tiene como foco las necesidades reales de la gente y porque su objetivo es planear desde el territorio, con los habitantes de cada zona, y no desde los sectores.

Los Pdet se están convirtiendo en una política que ofrece respuestas clave a una buena parte de la población colombiana que ha tenido que sufrir la violencia del conflicto y las desigualdades que genera nuestra forma de desarrollo. Es clave que se consoliden estos procesos para sacar conclusiones sobre su impacto positivo y mantener el ritmo de inversiones en estas zonas.