El Grupo Nutresa anunció un ambicioso programa para darle un nuevo aire al sector cacaotero del país, con inversiones que ascienden a $ 1,5 billones, en una década, correspondientes a la compra de las cosechas de cacao a asociaciones campesinas localizadas en el sur del país, especialmente, en los departamentos de Nariño y Putumayo.
Cada año garantizará la compra por $ 150.000 millones de este producto agrícola. La idea es adquirir la producción de 15.000 nuevas hectáreas de cacao: 10.000 hectáreas del programa ‘Misiones territoriales de la política nacional de drogas 2023-2033′, que busca impulsar una transición sostenible hacia economías legales y 5.000 hectáreas en otros territorios priorizados por el Gobierno Nacional.
Para ello, se establecerá un vivero en el sur del país para la producción de diez millones de árboles de cacao en los próximos cinco años. Además, el valor que se pagará es a precios de mercado que corresponden al 85 % del precio internacional, como base y muy por encima de lo que se paga en otros países, pero es una relación abierta, en el sentido de que los productores, si encuentran mejores ofertas, pueden venderlas a esos otros oferentes si se presentan.
Sin embargo, esta no sería la única apuesta de la multilatina de alimentos. Grupo Nutresa ya está mirando nuevos sectores agropecuarios en los que pueda replicar este modelo.
“Grupo Nutresa está listo para cooperar, para participar en otras iniciativas.”, dijo Carlos Ignacio Gallego, su presidente, tras los anuncios en Rionegro, Antioquia, en la planta de la Compañía Nacional de Chocolates.
Y mencionó dos de ellas que ya se vienen gestando. La primera, proyectos que tengan que ver con ganadería sostenible. Es decir, explica, ganadería que igualmente sepa certificar que no deforesta por ningún motivo. “De tal forma, que tenga un menor efecto en huella de carbono. Nosotros estamos listos. Tenemos identificados aliados también del gobierno y otras empresas que están interesadas en el tema”.
La segunda se trata de un proyecto que tiene que ver con productividad en café. “Donde hay experimentación en algunas zonas del país con variedades de alta productividad por hectárea. Y donde puede haber incluso posible mecanización en algunos casos” señaló Gallego, y agregó: “Fíjense que aquí ningún programa de esos es asistencialista. Aquí se trata es cómo entramos, acompañamos el desarrollo de capacidades para que haya autogestión, autodesarrollo en las comunidades y que ellos después puedan seguir su vida adelante sin depender de que les regalen nada. Sino que a través de su trabajo puedan tener comunidades muy saludables, prósperas y que puedan elevar su calidad de vida”.
La apuesta cacaotera
Frente al proyecto que se anunció en Rionegro, sobre el apoyo al sector del cacao, Gabriel Gilinski, miembro de la junta directiva de Grupo Nutresa, señaló que Colombia hoy día tiene alrededor de 194 mil hectáreas. La productividad en Colombia es de 452 kilos de cacao por hectárea.
“Lo que se está planteando para llegar a índices de los países más eficientes, y eso tiene que ver mucho con varios factores incluyendo la calidad de la semilla, es poder llegar a una tonelada por hectárea. O sea que acá hay unos beneficios de varias maneras. Uno es ampliar el número de hectáreas sembradas, pero al mismo tiempo aspirar a doblar la productividad de esas hectáreas”, explicó Gilinski.
Y puso un ejemplo: si en promedio un campesino tiene 3 hectáreas, más o menos se requiere un trabajador por cada hectárea y media, a 6.700 dólares la tonelada que es el precio hoy en día del mercado internacional, tendría cerca de 80 millones de pesos (unos 20.100 dólares) en ingresos.
La producción en Colombia, a valor del mercado de cacao, sin incluir valor agregado, corresponde a unos 400 millones de dólares anuales.
“El costo directo del cacao dentro del chocolate es alrededor del 31 % o 32 %. O sea que hay mucho valor agregado en la cadena final del chocolate. Ahora, si logramos ampliar el número de hectáreas, ampliar la productividad, rápidamente eso se convierte en una fuente de ingresos. Importante para el país. Importante para el desarrollo. Importante para el empleo. Es decir, nuevas hectáreas generan más empleo, y más productividad genera más ingresos por campesino”, concluyó Gilinski, tras la presentación del programa.