Durante la 77° Reunión General Anual (AGM) y la Cumbre Mundial de Transporte Aéreo de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Colombia fue resaltado, una vez más, como uno de los países con más potenciales de turismo y transporte aéreo de la región. Sin embargo, las demoras en los vuelos del aeropuerto El Dorado suponen un obstáculo en la consolidación y mantenimiento de Bogotá como referente.
De acuerdo con la IATA, Colombia ha pasado por una reapertura gradual después de pasar por el peor momento de la pandemia. Además, los vuelos internos han crecido solo justo por debajo de los niveles prepandémicos, mientras el tráfico internacional está mostrando una recuperación prometedora.
No obstante, para la organización es problemático que en Bogotá existan tantas ineficiencias en cuando al control del tráfico aéreo y que se implementen programas de manejo por demoras en tierra (GDP, por sus siglas en inglés) todos los días, superando los aeropuertos de Nueva York y Londres, y a todos en el mundo. Si bien las razones para esto son múltiples, la IATA considera que las autoridades deberían empezar a implementar medidas para aliviar la situación.
Peter Cerdá, vicepresidente regional de la IATA para la región de las Américas, dio a conocer que como parte importante de la industria, la IATA tiene propuestas a corto y mediano plazo para mejorar la situación actual, aunque está a la espera de implementación en Bogotá. De hecho, señaló que la asociación le ofreció al Gobierno hacer un estudio de capacidad y eficiencia del aeropuerto y el espacio aéreo.
No obstante, agregó que es necesario que dichas soluciones se implementen con urgencia, porque las demoras están previniendo a las aerolíneas de ofrecer un servicio confiable para los clientes y dañando la posición de El Dorado como un aeropuerto central en la región.
“Creemos que el aeropuerto puede gestionar mayor capacidad en el futuro, pero necesitamos que el sector del tráfico aéreo y el sector del aeropuerto tengan la manera de hacerlo. No hay razones para creer que Bogotá no podría hacer muchas más operaciones por horas de las que hace hoy en día”, sostuvo.
Por su parte, José Ricardo Botelho, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), también sostuvo que ha estado trabajando con el Gobierno colombiano para adelantar posibles situaciones a los problemas logísticos de el aeropuerto más importante de Colombia.
De cualquier manera, para Cerdá, si Bogotá quiere seguir siendo competitivo frente a Lima y Panamá, debe resolver estos problemas relacionados con uso del espacio áreo y logística general, que se ven reflejados en promesas incumplidas y pasajeros afectados a diario.
En otro sentido, dado que El Dorado tiene la capacidad suficiente, la IATA no ve necesario que otros aeropuertos deban suplir lo que no alcanza a hacer Bogotá. Por el contrario, para Cerdá, Cali y Medellín no deberían ser sustitutos, sino también aeropuertos secundarios para el crecimiento internacional en el futuro.
El vicepresidente regional de la IATA considera que el Congreso de la República debería ser un aliado del sector y no su enemigo, puesto que las iniciativas legislativas que buscan penalizar a las aerolíneas por las demoras les costaría mucho dinero a estas compañías por situaciones que se salen de sus manos.
“El Congreso debe ser un aliado estratégico de la industria para asegurar que la aviación pueda provee su contribución económica para reconstruir el país, más que tratarnos como adversarios”, puntualizó.