El Icetex ha estado en el ojo del huracán en los últimos días. Las denuncias de estudiantes a los que no se le había girado el valor de sus matrículas para los estudios superiores (bien sea de pregrado o de posgrado, en Colombia o en el exterior), alertaron la crítica situación financiera de la entidad.
Anif realizó una profunda radiografía del escenario del Icetex, pero también de lo que representa su papel para la educación, la formación y el crecimiento de la economía. Y llegó a una conclusión: si bien entiende las necesidades de recortes de gasto y una menor ejecución presupuestal para cumplir con la regla fiscal, “recortar el gasto en educación no es la opción más adecuada. Son bien conocidos los efectos positivos de la educación superior en términos de movilidad social e ingresos laborales, así como su posterior impacto en términos de crecimiento. Por esta razón, reducir la inversión en capital humano podría tener implicaciones negativas significativas en el crecimiento y en el desarrollo de mediano y largo plazo para el país”, puntualizó en su análisis.
¿Cuál ha sido el camino del Icetex? De acuerdo con Anif, entre 2015 y 2024 la entidad ha entregado créditos a más de 464.000 estudiantes, principalmente para estudios de pregrado en un 86,3 %. También para posgrados, con 10,3 %, y créditos al exterior, con 3,5 %. Por estrato socioeconómico, la entidad ha destinado más del 91 % en créditos principalmente a estudiantes de estratos 1, 2 y 3, mientras que los estudiantes de estratos 4, 5 y 6 han tenido una participación de tan solo el 8,9 %.
Por tipo de Institución de Educación Superior (IES), el Icetex ha financiado en su mayoría estudios en IES privadas, cerca del 86 %, mientras que la participación de las públicas ha sido del 10,2 %.
“Esto evidencia la importancia del Icetex en términos de inclusión social, ya que no solo fomenta la equidad, sino que también amplía la cobertura de educación superior en el país. Los principales beneficiarios de los créditos estudiantiles que otorga el Icetex son los estudiantes de bajos recursos y en condiciones de vulnerabilidad, quienes, sin este apoyo, probablemente no tendrían la oportunidad de acceder a la educación superior, y mucho menos a una formación de calidad como la que ofrecen las universidades privadas”, advierte el análisis.
Sin embargo, llegó la época de las vacas flacas, con los retrasos en el desembolso de recursos destinados al Icetex para la vigencia de 2024. Recientemente se informó sobre un retraso en el desembolso de recursos para la vigencia 2024. Con corte a octubre de este año, el Ministerio de Educación solo ha girado $ 63.000 millones de los $ 432.000 millones asignados por el Ministerio de Hacienda para este año. Esa situación ha generado un retraso en el pago de matrículas para el segundo semestre de 2024, afectando a los estudiantes que deben continuar con sus estudios en el primer semestre de 2025.
Adicionalmente, señala el informe de Anif, la Contraloría General también encendió las alarmas: alertó sobre el posible desfinanciamiento del Icetex para 2025. Según un análisis realizado por el ente de control, el Ministerio de Educación reportó un aumento del 36 % en los recursos destinados al programa “Matrícula Cero”, es decir, pasaría de $ 1,6 billones en 2024 a $ 2,1 billones en 2025. Sin embargo, los recursos proyectados para el Icetex disminuirían en un 33 %, pasando de $ 1,2 billones en 2024 a $ 859.000 millones en 2025.
La Contraloría, recuerda el informe de Anif, también destacó eventuales riesgos. Por una parte, más de 183.000 beneficiarios que actualmente reciben subsidios de tasa podrían enfrentar un aumento en esta, lo que incrementaría las cuotas de sus créditos; además, 34.000 estudiantes podrían perder el beneficio de condonación por graduación; y, por otra parte, existe el riesgo de incumplimiento en la cuota planteada en el Plan Nacional de Desarrollo, que presentó el gobierno de Gustavo Petro, de asignar 500.000 nuevos cupos para las IES públicas.
“Entre 2015 y 2023, las renovaciones de créditos ascendieron, en promedio, a 250.000 por año, es decir, 125.000 renovaciones de créditos por semestre aproximadamente. Esto indica que más de 200.000 estudiantes se verían afectados con los recortes de presupuesto para el otorgamiento de créditos a lo largo de 2025″, agrega el análisis.
Además, el aumento en el presupuesto destinado al programa “Matrícula Cero” para 2025 plantea un desafío adicional, dice Anif: según el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, el Gobierno ha declarado que la educación debe ser un derecho económico, social y cultural, continuando con la política de gratuidad en las matrículas de las IES públicas y fomentando la creación de 500.000 nuevos cupos en estas instituciones. “Sin embargo, este modelo implica que las IES dejan de recibir los recursos generados por las matrículas, las cuales anteriormente eran pagadas por los estudiantes según su capacidad económica, y ahora dependen exclusivamente de los giros del Gobierno”.
Este cambio, advierte el informe, se produce en un contexto donde las IES públicas enfrentan un problema histórico de financiamiento que se ha intensificado en los últimos años. “Esto limita significativamente su capacidad para absorber el aumento proyectado de estudiantes, comprometiendo la meta del Plan Nacional de Desarrollo y generando incertidumbre sobre la sostenibilidad de este esquema de gratuidad”. Todo esto coincide con los anuncios del Gobierno de reformar el Icetex y priorizar el fortalecimiento de la educación superior pública.
Por ello, la advertencia de Anif es clara, en especial para los estudiantes que se verían más perjudicados: “La reducción en el presupuesto del Icetex para otorgar créditos, sumada a los problemas de financiamiento de las universidades públicas, afecta directamente el acceso de los estudiantes de bajos recursos a la educación superior, porque dependen de los créditos de la entidad para financiar una carrera en una universidad privada y, además, va a ser más difícil encontrar cupos en las universidades públicas, lo que limita aún más sus posibilidades de ingreso. Así, miles de estudiantes quedan atrapados en un sistema que no puede responder adecuadamente a sus necesidades, afectando la equidad y la inclusión educativa en el país”.
Anif también le recuerda al Gobierno que la existencia del Icetex no va en contra de la estrategia de fortalecer las universidades públicas, como lo consagra el Plan Nacional de Desarrollo. Por el contrario, señala que ambas pueden ser políticas complementarias y, si están bien diseñadas, podrían contribuir a mejorar la cobertura, calidad y equidad de la educación superior, que actualmente es baja en Colombia.
“De acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad, a corte de 2022, 4 de cada 10 jóvenes en Colombia acceden a la educación superior tras finalizar la educación media, lo que refuerza la necesidad de seguir discutiendo e implementando políticas que subsidien tanto la oferta, mediante el fortalecimiento de las universidades públicas, como la demanda, a través del acceso a créditos y subsidios del Icetex, con el propósito de favorecer a los más vulnerables”, concluye el análisis.