Inédito. Lo que sucedió en las comisiones económicas del Congreso de la República, donde se tramitaba el proyecto de Presupuesto para 2025, no había sucedido nunca en Colombia con un proyecto de este tipo.
El proyecto financiero para el próximo año, por 523 billones de pesos, tendrá que salir por decreto.
Luego de un largo debate, en el que se presentó una ponencia alternativa para bajar el monto, hasta 488 billones de pesos, presentada por Miguel Uribe, sucedieron varios acontecimientos, entre ellos, el retiro por parte del parlamentario, de la mencionada ponencia.
Varias intervenciones hicieron los congresistas, en los que continuaban reclamando el hecho de que en unas comisiones económicas conjuntas (dos terceras de Senado y Cámara, y dos cuartas de Senado y Cámara), que por norma, son las que estudian y aprueban el presupuesto general, se metiera también lo que a juicio de los parlamentarios, es una reforma tributaria (para el gobierno, es una ley de financiamiento, pues busca recaudar 12 billones de pesos, justamente para financiar el presupuesto).
Finalmente, en medio de los rifirrafes, llegó la hora de votar para declarar la sesión permanente, de manera que se pudiera completar el trámite, que tenía como fecha límite “antes del 25 de septiembre”; es decir, el debate y aprobación del presupuesto ya estaba contra las cuerdas, al filo del tiempo.
Deshicieron el quórum
Durante la verificación de los asistentes, los secretarios de cada una de las comisiones económicas de Senado y Cámara, encargadas del trámite, pudieron comprobar que no estaban completos. En consecuencia, no fue posible que existiera la mayoría más uno para aprobar la declaratoria de sesión permanente.
De esa manera, el presupuesto tendrá que ser expedido por decreto, sin los ajustes que habitualmente hace el Congreso de la República, para distribuir los recursos entre los sectores que hacen parte de esa torta financiera.
Muchos celebraron, pero...
En medio de los ánimos caldeados por las tensiones políticas y la fuerte polarización que hay en el país, muchos celebraron. No obstante, algunos analistas estiman que no hay motivos.
La representante a la Cámara, Katherine Miranda, dijo que lo sucedido era “crónica de una muerte anunciada”. Su mensaje lo expresó, en referencia a que a su juicio “se cae el Presupuesto General de la Nación por ser irresponsable, anti-técnico y cero riguroso”, manifestó.
También el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, sacó pecho, porque, según dijo, “el presupuesto de Petro fue negado. Salvamos los recursos para las elecciones de 2026″, manifestó y catalogó el hecho como “buenas noticias para Colombia”.
No obstante, la representante a la Cámara, Olga Lucía Velásquez, dijo que, como el presupuesto que va por decreto es el original, es decir, se borra todo el trámite de reuniones, negociaciones, elaboración de ponencia para hacer ajustes; podría no haber causas de demanda.
En todo caso, una demanda tendría que venir luego de expedido el decreto, lo que podría ser hasta el 31 de diciembre.
El problema es que, como el monto del presupuesto, por 523 billones de pesos, según la propuesta original del gobierno, tiene enlazada como fuente de financiamiento, otra ley (la reforma tributaria), hay allí una contingencia, pues la carta financiera para el próximo año dependerá de que se apruebe este otro proyecto de ley.
En ese contexto, Javier Hoyos, director de la firma Gestión Legislativa, manifestó que “se necesitan consensos para sacar las reformas. En un momento tan difícil como el actual no se ven viables más impuestos. Ya hay un aprendizaje de la reforma tributaria pasada que paró la economía y no se quiere repetir el camino”, argumentó.
Críticas por doquier
Durante el debate al proyecto de presupuesto 2025, se puso sobre el tapete el hecho de que, en la sesión anterior, en la que solo hubo tiempo para dirimir los impedimentos que anunciaban los congresistas, no se conformó tampoco el quórum para aprobar el orden del día de la jornada y, aún así, sin la participación suficiente, se anunció la siguiente sesión (la de este 24 de septiembre), para el estudio y votación de las ponencias alrededor de la carta financiera para 2025.
En tal caso, los parlamentarios hablaban de que el trámite estaba viciado, en la forma. Es decir, desde allí, ya había pie para demandas al proyecto de ley.
Con lo sucedido ahora, que el proyecto de ley tendrá que irse por decreto, la pelota queda en la cancha de la Corte Constitucional, si es que llega a haber cabida para que la carta financiera sea demandada, pues ya, siendo el texto original el que va por decreto, no había validez para ningún vicio de forma en el trámite de la iniciativa en el Congreso.
¿Qué dijo el Gobierno?
En declaraciones entregadas por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, el funcionario pidió que le dijeran a los congresistas que dejaran de especular sobre los llamados recortes a la partida presupuestal de la Registraduría. Explicó que esa plata está en una bolsa, en el Ministerio de Hacienda, y a nombre de cada entidad. La diferencia es que se libera a partir de un concepto previo, según las necesidades. Por el contrario, aseguró Bonilla: “es la primera vez que se le entregan recursos directos a la Registraduría y al CNE”.