Sucedió lo que muchos temían. Colombia perdió el grado de inversión, con la decisión de la calificadora Fitch, que le siguió los pasos a su homóloga, Standard & Poor’s.
Pese a que el Ministerio de Hacienda, desde que fue asumido por José Manuel Restrepo, se empeñó en intentar probar que las finanzas de Colombia podrían mejorar, la calificadora Fitch le rebajó la calificación al país, a ‘BB+’, desde ‘BBB-’.
Según información suministrada por la calificadora, la perspectiva se modificó a Estable, de Negativa.
Deterioro en finanzas públicas
De acuerdo con lo argumentado por Fitch, “la rebaja refleja el deterioro de las finanzas públicas”, teniendo en cuenta que el Gobierno, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, estableció que el déficit fiscal en 2021 llegará a 8,6%, lo que implica un faltante de ($95,7 billones) y empezaría a reducirse al 7% del PIB en 2022 ($83,5 billones).
Pese a esa proyección esbozada en el documento que planea la hoja de ruta de Colombia en la próxima década, Fitch consideró que se trata de “grandes déficits fiscales en 2020-2022″.
El déficit no sería tanto, si no estuviera de la mano con un nivel de deuda pública en aumento y, lo que expresa Fitch, “una menor confianza en la capacidad del gobierno para colocar de manera creíble la deuda en una trayectoria descendente en los próximos años”.
Hay que recordar que la deuda bruta del Gobierno nacional, en 2021, se ubicará en 60,8% del PIB en 2021, es decir, más del doble del nivel del 30% que tenía el país, cuando Fitch actualizó a Colombia de nuevo a la categoría ‘BBB’ (en 2011).
Ese fue uno de los argumentos que puso la calificadora, pues, el pronóstico destapado por el Ministerio de Hacienda, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, es que “la deuda continúe aumentando hasta 2022 y no espera una reducción significativa de la deuda en el mediano plazo, dejando a Colombia vulnerable a los shocks”.
Incertidumbre
La pérdida del grado de inversión de Colombia implica que, si el país requiere tomar más deuda, como de hecho está previsto, le costará más caro, pues ese ‘rótulo’: el del grado de inversión, le da una señal a los prestamistas de que un país tiene con qué pagar. También podría haber menos interés de inversionistas para venir al país a poner su plata en negocios y proyectos.
Fitch, en la sustentación de su decisión, dijo que “ve riesgos significativos para el plan de consolidación fiscal del gobierno, dada la dependencia de los esfuerzos y desinversiones de la administración tributaria, así como la incertidumbre del impacto de la reforma tributaria pendiente”.
Muchos analistas, previo a destaparse la nueva calificación impuesta a Colombia por Fitch, habían alertado acerca del alto riesgo que tenía el país, de perder el grado de inversión, debido al hundimiento en el Congreso de la República, de la reforma tributaria, con la cual, se esperaba -originalmente- conseguir más de $26 billones. En una segunda oportunidad para conseguir ingresos públicos, el Gobierno ha hablado de una reforma tributaria con tinte social, la cual, aportaría $14 billones, pero se acabó el primer semestre y aún no se ha radicado en el Legislativo.
En concepto de Fitch, “el impacto de la pandemia Covid-19, que refleja la contracción del 6,8% del PIB en 2020, provocó un fuerte aumento de la deuda del gobierno general con respecto al PIB, alcanzando el 58,3% del PIB en 2020 (frente al 54,2% de la mediana de ‘BBB’ y el 59,1% de la mediana ‘BB’), frente al 44,7% en 2019″.
Reacciones
Una de las primeras reacciones a la noticia fue la del exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien, si bien subrayó que es una “mala noticia”, hay que trabajar, retomar lo que ha sido la tradición de Colombia: sacar lo mejor en los momentos de dificultades y volver de nuevo a entrar en las grandes ligas. “No es el momento de tirar la toalla, sino de trabajar más, sudar más la camiseta”, fue la invitación que lanzó Cárdenas.