En tiempos de transición energética y de intensos debates ambientales, la minería ha estado en el ojo del huracán en países como Colombia, donde incluso el mismo Gobierno ha satanizado algunas de las operaciones, como las del carbón térmico, que incluso piensa prohibir en la reforma al Código de Minas que ha planteado llevar al Congreso.
Sin embargo, la minería es clave en este proceso de transición, no solo por los minerales que se requieren para avanzar en el desarrollo de baterías, turbinas y hélices para energías renovables, por ejemplo; sino también por los recursos que para el corto y el mediano plazo pueden generar productos como el carbón, para apalancar transiciones productivas y hacer menos duros los impactos fiscales en los países.
De hecho, el reconocimiento y la importancia de la actividad minera ha aumentado en los países latinoamericanos: de acuerdo con el estudio de la Brújula Minera, impulsado por la firma Jaime Arteaga y Asociados en colaboración con la Asociación Colombiana de Minería (ACM) y la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y que cumple una década, el 65 % de las 7.000 personas encuestadas en Colombia, Ecuador, Chile, Perú, Argentina, Brasil, Panamá y Guatemala, reconoce que la minería es necesaria para la vida moderna, destacándose la percepción en Chile, donde registra el 78 %, el porcentaje más alto; seguido de Perú, con el 73 %, y Colombia, con el 72 %. También por encima del promedio regional, quedó Guatemala, con el 70 %.
Para el 67 % de las personas que participaron en el estudio en la región, los productos mineros son indispensables para avanzar en la transición energética. Este porcentaje ha venido en ascenso en las recientes mediciones: 2022, 47 %; 2023, 52 %, y 2024, 67 %.
La importancia de la minería en la transición energética para la mayoría de los países de América Latina que participan en el estudio está por encima del 60 %. Colombia se ubica por debajo del promedio, con 61 %, la misma cifra que Argentina y solo por encima de Brasil (53 %). En esta percepción lidera Perú, con 77 %, y luego Chile, con 74 %.
Además, aumentó el número de latinoamericanos que creen que la economía de su país empeoraría si las empresas mineras dejan de operar: el 47 % en 2024, comparado con el 32 % registrado en 2023. En Colombia, está apenas un poco por encima del promedio, y para este año llegó a 49 %. Los países en los que lidera la preocupación de que su economía empeoraría si la minería no funcionara más son Chile, con el 78 %, y Perú, con el 62 %.
También subió la imagen positiva de las empresas mineras, que se encuentra en su punto más alto desde que se realiza el estudio en distintos países de América Latina: 44 % en 2024, frente a 36 % en 2018. Para este año, cuatro países superan el 50 % de los que tienen una opinión favorable de las compañías del sector: Chile (58 %), Panamá (56 %), Guatemala (54 %) y Perú (52 %). Colombia quedó por debajo del promedio regional, con 41 %.
A su vez, el 64 % de los encuestados en la región considera que la actividad minera es positiva en su país. Colombia ocupa el tercer lugar en esta percepción con 65 %, superado por Chile, con 83 %, y Perú, con 78 %. El país que considera menos positiva la actividad minera es Brasil, con 53 %.
En general, en América Latina, la percepción de conflictos alrededor de la minería en el último año ha disminuido. Para 2024, así lo registró el 44 % de los encuestados, cuando en 2023 ese porcentaje fue de 53 %.
Para el 30 % de los encuestados, la principal razón para los conflictos que se presentan entre las comunidades y las empresas mineras es la preocupación por el impacto al medio ambiente. Le sigue, con 24 %, la existencia de organizaciones que quieren sacar provecho político y económico; luego están “los corruptos que se roban la plata que deja la minería”, con 14 % y posteriormente, la confusión entre minería legal e ilegal, con 13 %.
“La Brújula Minera muestra que los latinoamericanos estamos avanzando en un mejor entendimiento de la minería y de su aporte a la sociedad: eso convertirá a nuestra región en líder en el suministro de los insumos necesarios para enfrentar la transición energética a nivel mundial”, dijo Jaime Arteaga, director de JA&A, firma que lidera el estudio.
La Brújula Minera clasificó los países según el porcentaje de ciudadanos que consideran que la minería es positiva para su país: en los primeros lugares, con una percepción a favor, están Chile y Perú, con 83 y 78 %, respectivamente; seguidos de Guatemala (67 %), Colombia (65 %) y Ecuador (60 %). En los niveles más bajos se encuentran Argentina (54 %), Panamá (54 %) y Brasil (53 %).
De cara a la institucionalidad, aunque aumenta la confianza en el Ministerio de Minas y Energía (o su equivalente), todavía está en niveles bajos: alcanzó el 28 % en 2024, un aumento de 9 puntos con respecto a 2023 en promedio en los países de América Latina.
En el caso de Colombia, el 37 % de los encuestados tiene confianza en este ministerio, mientras que el 59 % tiene poca o ninguna confianza. El país en el que se tiene más confianza en esta cartera es en Panamá, con 51 %; mientras que en Perú es donde se registra el menor índice en este ítem, con 78 %.
El otro ministerio (o su equivalente) sobre el que se preguntó qué tanta confianza genera, es el de Medio Ambiente. Para una de cada tres personas encuestadas genera confianza (33 %), en comparación con el 27 % registrado en 2023. Panamá y Colombia son los países con mayor confianza en esta institución, con 60 y 50 %, respectivamente.
La percepción de corrupción en el manejo de las regalías ha disminuido, pasando del 38 % en 2021 al 31 % en 2024, en la región. Sin embargo, Colombia está por encima de ese promedio, con 38 % este año, superado por Argentina, con 43 %; pero más alta que en otros países como Ecuador (34 %), Perú y Guatemala, cada uno con 31 %.
Uno de los indicadores de mayor preocupación es la dimensión de la minería ilegal. El 46 % de los encuestados en América Latina, en promedio, considera que la mayoría de la minería en su país es ilegal. Pero al ver por países, la percepción es más dramática: en Ecuador es del 64 %, en Panamá, del 62 % y en Perú, del 61 %. En Colombia el porcentaje llega al 58 %. El país donde menos se considera que la mayoría de la minería es ilegal es Chile, con el 9 %.
Frente a las posibilidades para hacer una minería más social, inclusiva y ambiental, Colombia está en los primeros lugares. En América Latina, para el 75 % de los encuestados es posible hacer una minería que beneficie a las comunidades. Colombia y Chile, con cerca del 85 % cada uno, es donde más se está de acuerdo con esta afirmación, en tanto que Argentina y Panamá registran los indicadores más bajos, con un poco más del 60 %.
En Perú, Chile, Colombia y Guatemala, con cerca del 80 % es donde se ve una mayor posibilidad de que la minería conviva con otras actividades, como el turismo y el agro, mientras en Argentina se aproxima al 55 %.
Con aproximadamente el 80 %, Colombia y Guatemala son los países con la percepción más alta de que es posible hacer una minería socialmente responsable, y en Argentina y Brasil esa percepción está por debajo del 50 %.
Finalmente, ante el tema medioambiental, Colombia, Perú y Guatemala –por encima del 70 %- son los países en los que se ve con mayor posibilidad hacer una minería amigable con el medio ambiente. En Brasil y Panamá es del 50 %.