Según información del banco central las ganancias serían producto de ingresos que se estiman en $9.3 billones y de egresos de $2.2 billones. Además, el banco indicó que proyecta rendimientos de reservas internacionales por $6,2 billones, resultado principalmente de la valoración de las reservas internacionales por cambio en precios, producto de la caída de las tasas de interés de los bonos en los que se encuentra invertido el portafolio de reservas, y del aumento en el precio internacional del oro. Lea también: Petróleo sube por indicadores favorables a la demanda de crudo Los ingresos por intereses de títulos en moneda nacional en poder del banco los estiman en $1.4 billones ($1.1 billones en TES y $331 billones en títulos de deuda privada), superiores a los observados en 2019 como resultado de las compras realizadas por parte del banco. La remuneración de los depósitos del gobierno las proyecta en $815 billones, inferior en $414 billones frente a la observada en 2019, como resultado tanto del menor saldo promedio como de la menor tasa de interés de remuneración. En el caso de las operaciones de regulación cambiaria, se estiman pérdidas por $230 billones, producto principalmente del resultado ya realizado en algunos contratos NDF que arrojaron diferenciales de tasa con resultados negativos para el banco y del componente forward de las operaciones swaps realizadas en marzo pasado, cuyo resultado registró una pérdida por $113 billones. Lea también: El presidente Duque insiste en que no es momento de una reforma tributaria A junio, el Banco de la República reportó que sus ganancias fueron de $6,93 billones, lo que representó un incremento del 35,9% en comparación con el mismo periodo de 2019 cuando fueron de $5 billones. De acuerdo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, el Ministerio de Hacienda espera ganancias por parte del Banco de la República de $6,98 billones para el 2020. La proyección del 2021 es que el emisor entregue ganancias por $5,2 billones. Cabe señalar que, en 2019 el Banco de la República terminó con ganancias históricas por $7,1 billones que, sumadas a los resultados de Ecopetrol, hicieron que el Gobierno no tuviera que enajenar activos para poder financiar su gasto.