La banca colombiana ha logrado enfrentar de buena forma el choque originado por la pandemia, la cual, ha dejado a una buena parte de la población sin ingresos y con dificultades para seguir honrando sus obligaciones con las entidades de crédito. Así lo señaló el superintendente financiero, Jorge Castaño, durante el evento “Riesgos Financieros: respondiendo a una nueva realidad”, realizado este miércoles por la Asociación de Entidades Bancarias de Colombia (Asobancaria).

Hay que tener cuidado

Castaño hizo énfasis en que, hacia futuro, la posibilidad de un mayor deterioro en los indicadores de calidad de cartera (la cantidad de gente que cumple o no con sus obligaciones bancarias) hace mandatorio que las entidades de crédito sean más cuidadosas con el seguimiento de riesgo crediticio.

Las autoridades y el gremio financiero han venido advirtiendo sobre la necesidad de mantener la buena cultura de pago por parte de los deudores, una tradición histórica en la banca local. De hecho, según la presentación de Castaño, los deudores de 90 por ciento de la cartera beneficiada con periodos de gracia retomaron sus pagos al cierre de la primera etapa.

La expectativa es que ahora a finales de noviembre y comienzos de diciembre 57,3 por ciento de la cartera que a septiembre tenía medidas de alivio termine con sus períodos de gracia. Entonces se empezará a revelar la situación de los deudores.

Fachada Banco de la Republica Bogota agosto 27 del 2020 Foto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

Aquí es donde el ente de supervisión pone énfasis: “La gestión del riesgo de crédito debe ser capaz de predecir este comportamiento. Es clave diferenciar entre afectación coyuntural y estructural”, dijo Castaño durante su presentación.

El funcionario destacó además que con la reapertura de la economía, los indicadores de desembolso igualmente se han venido recuperando.

Por su parte, el presidente de la Asobancaria, Santiago Castro, señaló que “esta crisis encontró muy bien preparadas a las entidades bancarias del país, en materia de capital, solvencia, liquidez y gestión de riesgos, gracias a la migración que ha realizado la industria hacia mejores estándares internacionales como los del Comité de supervisión Bancaria de Basilea y las recomendaciones derivadas del FSAP de 2013 y de la Ocde”.

Algunas cifras claves

El superintendente Castaño ratificó esas afirmaciones con las cifras de los mecanismos de contención con que cuenta la banca. Es decir: reserva legal, reservas ocasionales y provisiones.

La banca colombiana tiene hoy, solo en provisiones de cartera, 35,4 billones de pesos más 562.000 millones de pesos correspondientes a la provisión por Intereses Causados no Recaudados (Icnr). A esto hay que sumarle los más de 56,2 billones de pesos por cuenta de las reservas legales y ocasionales. Esto da un colchón de más de 92 billones de pesos.

Esos recursos pueden ser empleados en distintas circunstancias y se convierten en una llanta de repuesto para enfrentar los choques. El superintendente Castaño destacó que, por ejemplo, “aunque está permitida la desacumulación de las provisiones contracíclicas, no han sido utilizadas ampliamente. Las provisiones adicionales absorberán de forma prospectiva el deterioro”.

Sin lugar a dudas, la situación de la banca colombiana es sólida y eso es bueno para el ciudadano. Esto no quiere decir que no vengan desafíos. El propio Castaño advirtió sobre la posibilidad de un mayor deterioro de la cartera hacia 2021 y que “65 por ciento de la industria vería impactos en solvencia superiores al promedio”. Así que en las actuales circunstancias la banca tiene el reto de administrar mejor sus riesgos de crédito.

Por su parte, el presidente de Asobancaria, Santiago Castro, señaló que “en cuanto a los retos del sector para 2021, se resalta la necesidad de generar una estrategia integral que contemple medidas tanto del sector financiero como del Gobierno Nacional, para continuar otorgando alivios a aquellos deudores que lo requieran, garantizando la adecuada gestión de riesgos y de esta forma mantener el flujo de crédito a la economía”.

La situación del sector financiero es clave para diagnosticar la situación del aparato productivo colombiano. A pesar de la crisis, la banca colombiana ha venido respondiendo, lo que da un parte de tranquilidad en este frente. No obstante es necesario mantenerse alertas, porque en materia económica, aún no está todo dicho: la pandemia sigue siendo un enemigo bastante difícil de enfrentar.