Según el documento publicado por el centro de investigaciones de Fedesarrollo, el país tiene que tomar decisiones de política inmediatas  para así reducir sustancialmente el número de muertes, factor que debe ser prioridad. Luego de analizar distintos escenarios, la investigación de Fedesarrollo reveló que la cuarentena generalizada durante un mes tiene un costo que oscila entre 48 y 65 billones de pesos, lo cual significa en términos del PIB entre 4,5 % y 6,1 %. “En dos meses, este costo prácticamente se duplica”, alertó el informe.

Cabe aclarar que estas estimaciones no incluyen las pérdidas asociadas con las destrucciones de empresas y de empleos que seguramente profundizará  el impacto del choque inicial. La disyuntiva es billonaria y Fedesarrollo reconoce que los tomadores de decisiones no la tienen fácil. 

Por un lado, tienen que implementar medidas de contención como el aislamiento para tener tiempo de aumentar la capacidad instalada del sistema de salud y disminuir así una eventual sobrecarga. Y por otro lado, la adopción de estas medidas extremas de contención significan un frenazo de la actividad económica, que causará inevitablemente un deterioro significativo en términos de empleo y de ingreso de millones de colombianos. ¿Qué hacer? Para Fedesarrollo es impensable no tomar medidas de distanciamiento social para evitar la expansión del covid-19 por más costos que esto represente. Sin embargo, advirtieron que mantener medidas de cuarentena por largos periodos de tiempo pone en riesgo el bienestar de la población más vulnerable. Para enfrentar esta situación, ponen a consideración varias alternativas. En primer lugar, proponen la implementación de un modelo de confinamiento diferenciado por población, regiones y sectores económicos.  “Esta estrategia se puede adoptar una vez se cumplan criterios de salida explícitos y definidos por las autoridades como la capacidad de realización masiva de pruebas de diagnóstico, disponibilidad de unidades de cuidados intensivos, disponibilidad de respiradores, inventarios suficientes de tapabocas y material antiséptico”, explicó Fedesarrollo.

Así mismo, sostuvieron que se debe segmentar a la población de acuerdo con estado epidemiológico y perfil de riesgo, “concentrando así  las medidas de confinamiento en las personas contagiadas o con alto riesgo de mortalidad”.  También, proponen levantar la cuarentena en sectores rurales dispersos y en aquellos que no presenten casos. En cuanto a la reactivación económica, plantean poner en marcha de nuevo aquellos “sectores con altos encadenamientos productivos en donde los riesgos de contagio pueden ser mitigados con las debidas medidas de protección, como lo hecho recientemente por Alemania para el sector de la construcción”. Para proteger los ingresos de los más vulnerables indican que es necesario fortalecer la identificación de los hogares pobres y vulnerables, que según algunas estimaciones representan 67% del país.

”Hasta ahora hay cubiertos 7,4 millones de hogares (2,4 en Familias en Acción, 2,0 en Colombia Mayor y 3,0 en Ingreso Solidario). Coordinar estos esfuerzos de identificación con las iniciativas propias de las entidades territoriales”, explicaron. Finalmente, resaltan la importancia de proteger el empleo a toda costa. “La destrucción de empleo es muy costosa, porque se pierden habilidades específicas en el trabajo y emparejamientos productivos entre trabajadores y empresas que son difíciles de recuperar rápidamente”. Para esto proponen usar mecanismos para proveer liquidez, por medio de  reducciones temporales en el costo de la nómina,y una implementación más agil de las líneas de crédito del Fondo Nacional de Garantías.