Aunque no se trata de un paro, los camioneros anunciaron que este viernes, 30 de agosto, se harán sentir en las vías del país.
Según confirmó Alfonso Medrano, presidente ejecutivo de la red Unidos, que agrupa a varios gremios del transporte de carga, para ese día habrá caravanas de vehículos en 20 ciudades del país, como una señal de la inconformidad que tienen con los anuncios del Ministerio de Hacienda de aplicar de manera unilateral el incremento en el precio del diésel.
En reiteradas ocasiones, durante los últimos días, el ministro de Hacienda ha recalcado que no hubo acuerdo con los transportadores de carga, luego de un largo periodo de intentos.
Los dos extremos se mantuvieron. Por un lado, el gobierno ranchado en que no hay otra alternativa que incrementar el precio en 6.000 pesos, de manera gradual, de forma que se llegue a una paridad con el precio internacional, como sucedió con la gasolina, combustible que fue objeto de alzas mensuales mucho más bajas de las que tendrá el diésel.
El argumento principal para el aumento en el precio de ese combustible que utilizan los camiones es el déficit en el fondo de estabilización de precios de los combustibles (FEPC).
Hasta el momento, lo que ha mencionado el ministro Bonilla es que los 6.000 pesos se incrementarían en tres tandas de 2.000 pesos, teniendo en cuenta que los aumentos, en el caso del diésel, no se pueden aplicar de manera tan seguida por la imposibilidad de cambiar los fletes que se establecen con los generadores de la carga.
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