Cuando en febrero de 2011 el gobierno y los camioneros firmaron un acuerdo que ponía fin a un paro de dos semanas, que incluso llegó a Bogotá, se pensó que por fin se solucionarían los problemas del sector.Pero no fue así. En los últimos años los transportadores han realizado varias  jornadas de protesta. En 2015 pararon durante 20 días y este año nuevamente hicieron sonar las bocinas del descontento. Lo que muchos se preguntan es por qué no se han resuelto los problemas. Según el presidente de Colfecar, Juan Carlos Rodríguez, no se han logrado avances en las peticiones del sector, que son las mismas de los últimos diez años. Los camioneros piden que se revisen las bajas tarifas (fletes) que les pagan las empresas por la movilización de la carga. Dicen que estas no se compadecen frente a los elevados costos operativos del sector (precios del diésel, mantenimiento de vehículos, peajes, seguros). Rodríguez afirma que el esquema de libertad vigilada puesta en marcha desde 2011, que reemplazó a la tabla de fletes, se fue desgastando y hoy no responde a las realidades del mercado. Debido a la sobreoferta de vehículos la competencia por la carga hace que los transportadores reciban cada vez menores ingresos.Actualmente circulan 300.000 tractomulas, camiones y carrotanques, muchos de ellos en la informalidad, y han desatado una guerra de tarifas. Se estima que sobra el 45 por ciento de este parque automotor. Por eso, el sector insiste en la necesidad de agilizar la chatarrización de vehículos con determinados años de uso y congelar la venta de cupos. Se calcula que hay cerca de 110.000 en fila para el desguace pero hasta el momento solo han salido alrededor de 30.000. Estos y otros problemas siguen vigentes debido a la falta de continuidad en las políticas por los permanentes cambios de ministros de Transporte. En los últimos seis años han pasado por esa cartera cinco: Germán Cardona, Miguel Peñaloza, Cecilia Álvarez, Natalia Abello y Jorge Eduardo Rojas. Este último se reunió la semana pasado con representantes del sector para tratar de encontrar salidas a los problemas. Pero si el gobierno no ‘coge el toro por los cachos’, espere en un año otro paro camionero.