Si hay algo que navega por aguas turbulentas en Colombia es el tema de los servicios públicos domiciliarios, teniendo en cuenta que, al riesgo de escasez de gas; tarifas altas en el servicio de energía, racionamiento de agua, se suma también la intervención de Air-e, una de las dos empresas que reemplazó a la tan criticada Electricaribe.
Pues bien, faltarían solo unos días para que el nuevo superintendente de servicios públicos domiciliarios asuma las funciones, en reemplazo de Dagoberto Quiroga, quien se hiciera a un lado, por algunas diferencias en la política energética y de gas.
Falta poco para que llegue a ocupar su silla en el cargo de Superintendente de Servicios el administrador público Libardo Yanod Márquez Aldana, cuya hoja de vida ya fue puesta a la luz pública, como se hace cuando ya el designado va para nombramiento.
‘La papa caliente’ para el nuevo funcionario será, entre otras, la intervención administrativa de la empresa Air-e, que fue iniciada ya hace un mes. Doce días después se conoció la renuncia de Quiroga, quien, no obstante, dijo que había presentado con anterioridad su dimisión.
La intervención de Air-e, una de las dos empresas que entró a reemplazar a la cuestionada Electricaribe, se produjo por solicitud de la misma compañía, toda vez que ya se encontraba en dificultades, en parte, por el llamado ‘apagón financiero’, que se produjo luego de la aplicación de la llamada opción tarifaria, estrategia activada en pandemia, para aliviar el bolsillo de los hogares que quisieran posponer el pago de su factura de servicio, con el fin de tener algo de liquidez para cubrir necesidades primarias.
A esa situación se sumó el incremento en el costo del kilovatio por hora, provocado por un fenómeno climático (El Niño) más agresivo de lo que se esperaba. Fue así como se agudizó la crisis de Air-e, que llegó, inclusive, a poner en riesgo la continuidad del servicio, pues la empresa avanzaba a un escenario de inviabilidad. De hecho, de demorarse más la intervención, pudo haber entrado en cesación de pagos a los generadores de energía.
Márquez ha ejercido otros cargos públicos, entre ellos, en el Ministerio de Comercio, donde fue asesor en el paso por esa cartera de Germán Umaña.
Trabajó también en TransMilenio, donde ocupó el cargo de subgerente. Se le reconoce por su cercanía con el presidente Gustavo Petro, pues se conocen desde hace años.
Con múltiples pergaminos académicos, el nuevo superintendente cuenta con maestría y doctorado en ciencias económicas. Llega al puesto en un momento complejo para el sector que tiene en vilo al país, no solo por la intervención de Air-e, que solo sería el primero de los casos, pues los gremios de esta rama de la economía, recientemente, manifestaron su preocupación por los altos riesgos de escasez de gas, en el corto plazo, y las amenazas que hay para que se pueda cubrir la demanda de energía, que sigue incrementando.