Una imagen nostálgica se viene a la cabeza cuando se escucha hablar de autocinemas, esos espacios llenos de romanticismo que se veían en las películas que retratan los años 50 en Estados Unidos y que ahora están a punto de volver a abrir en Colombia, en donde solo esperan un último guiño del Ministerio de Salud. Así lo confirmó el presidente de Cine Colombia, Munir Falah, tras señalar que el más reciente decreto de aislamiento obligatorio les da luz verde a estos espacios. A la posibilidad de tener entretenimiento en lugares distintos al de la casa ya le falta poco. La alternativa se vuelve protagonista en un contexto de escasez de opciones de diversión para los millones de ciudadanos que han permanecido en aislamiento preventivo durante más de 4 meses. Falah expresó que lo que falta es una última etapa, que solo implica un visto bueno definitivo del Ministerio de Salud, con respecto a los estrictos protocolos que se vienen trabajando desde tiempo atrás.
Las primeras aperturas, según confirmó Falah, serán los autocinemas de Bogotá, Chía y Cali. Con este tema, la empresa de entretenimiento tiene doble propósito: recuperar algunos de los empleos que están suspendidos y habilitar zonas para que la gente tenga donde entretenerse, más allá del espacio de su hogar, sin que incurra en riesgos de contagio con la pandemia. Cine Colombia, en el confinamiento, continuó su recorrido con la llamada Ruta 90, llevando el cine a los colombianos. Como la orden era de aislamiento y encierro, la empresa se acercó a más balcones de los hogares y habilitó plataformas digitales para que en las casas estuviera la alternativa de una dosis de distracción. El presidente de Cine Colombia estima que, con la apertura de los autocinemas, podrá restablecer 35 empleados por multiplex, para un total de 100. Contando la actividad que mantuvo durante la cuarentena, que seguirá también ahora, completaría 220 puestos de trabajo. Una vez se tenga el guiño final del Ministerio de Salud, la alternativa de entretenimiento será potestad de los alcaldes, quienes podrán tomar la decisión de aprobar los autocinemas en sus territorios. Hay que recordar que el regreso de estos espacios es una idea que viene desde junio, cuando se dio la primera señal de su reactivación. Sin embargo, en esa oportunidad, el Minsalud detuvo el proceso, debido al ritmo que llevaba la pandemia, hacia el pico. En el más reciente decreto emitido por el Gobierno, relacionado con las nuevas actividades permitidas, volvió a entrar el autocinema, el cual, ahora, espera que su protocolo de bioseguridad sea avalado por la autoridad sanitaria. Aunque, en general, el autocinema suena a rareza en Colombia, la realidad es que es un espacio más posicionado de lo que se cree. Los hay en Mosquera (Cundinamarca), Bucaramanga, Cali, Medellín y Bogotá.
De hecho, la capital del país es la que tiene la delantera en número de autocines, con el de Unicentro o el que está incrustado en el centro de eventos de la Autopista Norte. También los hay en Antioquia (Sabaneta, Envigado y Medelín), mientras que en Cali está el autocine El Limonar, que fue el primero que abrió en el país en 1972. El cierre de las puertas del cine en el país se produjo en marzo, tan pronto como llegó la pandemia al territorio nacional. Las pérdidas de este sector, que hace parte de la llamada economía naranja, con la cual el Gobierno tenía amplias expectativas, aún no se han cuantificado, pero Falah señala que son cuantiosas. De ahí la esperanza de que los autocines despierten el interés de los que tienen en el recuerdo estos espacios, y que los conozca la nueva generación, caracterizada por explorar experiencias singulares.