La alcaldesa de Bogotá, Claudia López divulgó este miércoles sus planes para la construcción de miles de viviendas en la ciudad, durante los próximos años. Con un claro enfoque ambiental, la alcaldesa explicó en un foro virtual, organizado por Camacol Bogotá, algunos detalles de la estrategia para la construcción de esta hoja de ruta. El propósito más importante para los próximos cuatro años será habilitar 800 hectáreas para proyectos de vivienda que deben incluir amplias áreas verdes y obras viales para evitar represamientos. Del total, unas 90 hectáreas se tendrán que destinar a vivienda de interés social. López explicó que se trabaja con Camacol y otras entidades del Distrito para reducir los tiempos de trámites para nuevos permisos y licencias. Además, habló de tres grupos de proyectos, que fueron clasificados según el nivel de avance de los trámites. El primero habilitará unas 175 hectáreas de suelo útil para unas 85.000 viviendas. En este se destaca el Triángulo de Fenicia, que prevé la renovación de una parte importante del centro de la ciudad.
En un segundo conjunto fueron incluidos 10 proyectos que suman 80 hectáreas y que viabilizarán 37.000 viviendas, de acuerdo con la mandataria. En el tercer listado de proyectos hay cuatro iniciativas con 51 hectáreas y una proyección de 21.000 unidades habitacionales. De esos proyectos de diferente tamaño, avance y ubicación, la alcaldesa destacó en su reporte de hoy 3 grandes desarrollos urbanos. El primero se llama Reverdecer del Sur y está ubicado en la localidad de Tunjuelito. Por décadas, varias compañías mineras realizaron explotación minera en esta zona dejando una cicatriz en el hábitat de gran tamaño e impacto. “La recuperación allí será integral e incluirá un parque metropolitano de la magnitud del Simón Bolívar”, dijo López. Otro gran proyecto de vivienda a gran escala será Lagos de Torca, el cual prevé la construcción de 28.000 viviendas y un nuevo terminal de transporte. Aunque no habrá Autopista Longitudinal de Occidente (ALO) Norte, la mandataria aseguró que será posible ampliar la Avenida Boyacá para mejorar la movilidad de esta zona. El tercer desarrollo quedará en Usme y prevé la construcción de miles de soluciones de vivienda. Infraestructura vial En los próximos cuatro años, la Administración Distrital prevé invertir 109,3 billones de pesos, de los cuales 37 billones irán para proyectos de movilidad. Para financiar este ambicioso plan, López le pedirá al Concejo autorizaciones para endeudarse en cerca de 11 billones. De otro lado, la alcaldesa se refirió al nuevo corredor verde de la carrera Séptima, el cual se empezará a discutir con la comunidad desde octubre próximo. Allí se prevén inversiones de 1,9 billones de pesos. También habló de la ALO Sur, que quedaría contratada este año y la ampliación de la autopista Norte, que también se licitaría este año. Para la segunda línea de metro, que llegaría a Suba y Engativá, se destinarán 800.000 millones para estudios y diseños.
La ejecución de estas iniciativas presentan grandes retos. Los ingenieros tienen algo muy claro: es mucho más difícil ejecutar una obra en la ciudad que a nivel intermunicipal. La intrincada y caótica red de servicios públicos, la compra de predios y las restricciones para trabajar las 24 horas del día, afectan notablemente el cumplimiento de los cronogramas. La ejecución de los proyectos suele ser más compleja que la licitación o la firma del contrato. Ejemplos como el deprimido de la calle 92, las obras de valorización o el relleno fluido de la avenida Caracas son unos casos de lo que se debe impedir a toda costa. Otro reto será lograr que los bancos presten la plata a los constructores. En el caso del Metro de Bogotá se tuvo que acudir a la Bolsa de Valores para financiar parte de los desembolsos que la banca tradicional no pudo atender. En tanto, proyectos como el Regiotram y las troncales de TransMilenio cuentan con el aval y dinero del Gobierno Nacional (70 por ciento), por lo que la ‘papa caliente’ la tendrá que digerir el Ministerio de Hacienda en estos casos.