La crisis del coronavirus hizo que el Gobierno elevara el endeudamiento para atender las necesidades financieras y de salud del país, además de ayudar a la población vulnerable a sortear la pandemia.
La deuda, que llegó a máximos históricos en 2020, es uno de los indicadores clave que tienen en cuenta los inversionistas internacionales y las calificadoras de riesgo, de ahí la importancia de tener un sistema sostenible con un endeudamiento relativamente bajo.
Para reducir ese endeudamiento, la codirectora del Banco de la República, Carolina Soto, dijo que es necesaria la implementación de una reforma fiscal que incremente los ingresos de la Nación.
“Lo principal es garantizar que vamos a poder cumplir con la senda de sostenibilidad de la deuda. En este punto, sin duda alguna, se requiere una reforma fiscal que nos ayude a volver a la senda de sostenibilidad, luego del incremento del endeudamiento que sufrimos por la pandemia”, dijo Soto durante su presentación en un evento organizado por Women in Connection.
Pese a que es necesaria la reforma fiscal para reducir el endeudamiento del país, la codirectora no cree que la reforma que se presente este año sea “estructural”.
“El país tendrá que hacer esta reforma, posiblemente no la reforma fiscal estructural con la que hemos soñado, pero sí continuar con reformas graduales que nos permitan recuperar esa sostenibilidad de la deuda y que se envíe ese mensaje de que estamos comprometidos, como siempre, a retornar a esa senda sostenible”, dijo.
Y es que el Ministerio de Hacienda ha indicado que la reforma fiscal buscará incrementar los ingresos de la Nación en 2% del PIB (más de $20 billones). Se espera que a inicios de febrero la Misión de Expertos Tributarios, que esta vez tenía la misión de evaluar los beneficios tributarios existentes, le entregue las recomendaciones al Gobierno para presentar la reforma al Congreso de la República.
“Colombia afortunadamente tiene su historial y trayectoria de ser fiscalmente responsable y de encontrar las salidas y mecanismos necesarios para lograrlo”, dijo Soto.
Otros desafíos para la economía local
La codirectora dijo que el mercado laboral es otro de los desafíos que enfrenta la economía colombiana debido a sus altos niveles de informalidad y a la persistencia de problemas estructurales.
“El segundo reto que estamos viendo es el del mercado laboral y cómo corregir los problemas estructurales de este mercado. Es necesario tomar ciertos correctivos para lograr una mayor formalización y una mayor generación de empleo”, dijo Soto.
La codirectora resaltó que el deterioro del mercado laboral ha tenido serias implicaciones sociales, en la medida en que los principales afectados han sido los jóvenes y las mujeres.
“A lo largo de la historia, este es el momento más crítico de esa brecha de género (laboral) y esto pasa por las restricciones a las actividades de servicios, comercio, educación y actividades de cuidado como los jardines infantiles”, agregó.
El tercer reto que identificó la codirectora se encuentra en el sector financiero, el cual se podría ver amenazado si la recuperación económica es más lenta de lo esperado en el país.
“La recuperación económica lenta podría generar mayores riesgos y esto causaría afectaciones en el flujo de crédito hacia la economía. Es un riesgo que estamos monitoreando, no se ve mayor, pero una vez se acaben los programas de apoyos y alivios, es posible que se empiece a ver un deterioro mayor de las carteras”, dijo Carolina Soto.
¿Cómo está el tema inflacionario?
Una de las preocupaciones de los analistas, tanto locales como internacionales, es que la inflación empiece a incrementar en un contexto en el que la economía no se ha recuperado.
Al respecto, la codirectora no ve riesgos inflacionarios en Colombia y resaltó que el equipo técnico del Emisor espera que el indicador termine el año entre el 2% y 3%.
“La inflación no es un problema en estos momentos, está controlada. Seguramente se van a revertir algunas de las medidas de apoyos de temas tributarios y servicios públicos que harán que la inflación converja hacia la meta. Por ahora no tenemos presiones inflacionarias en el panorama”, dijo.
¿Cambios en las proyecciones?
Soto finalizó afirmando que las más recientes proyecciones realizadas por el equipo técnico del Banco de la República no contemplaban la segunda ola de contagios ni nuevas restricciones en la movilidad, razón por la cual podrían verse modificadas.
“El último Informe de Política Monetaria no contemplaba nuevos rebrotes y cierres”, dijo.
En febrero, el Emisor publicará un nuevo Informe de Política Monetaria en el que se conocerá si hubo o no cambios en las estimaciones realizadas.