Aunque el diálogo y la diplomacia siguen siendo el Plan A del gobierno para lograr que Estados Unidos elimine los impuestos a las exportaciones colombianas de acero y aluminio, se acaba de poner en marcha un Plan B, que consiste en ventilar el tema ante otras instancias internacionales que incluyen la Comisión Administradora del Tratado de Libre Comercio y la Organización Mundial del Comercio, OMC.Le recomendamos: América Latina pesca oportunidades en río revueltoEl objetivo del gobierno es combinar ‘todas las formas de lucha’ que ofrecen las negociaciones comerciales para lograr que sus productos no sean gravados. Como se sabe, a mediados de marzo el presidente Donald Trump anunció aranceles del 20 por ciento para los productos de acero y de 10 por ciento a los de aluminio argumentando razones de seguridad nacional, que han desatado una guerra comercial.Para la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, si bien el gobierno seguirá insistiendo en la vía de la diplomacia comercial “no nos vamos a alejar de las discusiones dentro de la OMC. Nos vamos a hacer terceros en los procesos que están adelantando otros países como la Unión Europea y México en ese organismo multilateral”. Además, la funcionaria trabaja para lograr una reunión directa con el equipo económico del presidente Donald Trump para plantear el tema ya que el país ha sido uno de los principales aliados de Estados Unidos en el continente.El gobierno también planea llevar el tema ante la Comisión Administradora del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que se realizará este 25 y 26 de junio en Bogotá. Esta instancia fue creada desde que se negoció en 2006 TLC con Estados Unidos y comenzó a operar en mayo de 2012, cuando entró en vigencia este acuerdo. Según la ministra “ese es un espacio en el que se discuten varios asuntos, entre esos está el de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio”.Desde que Estados Unidos anunció estos aranceles, algunos dirigentes gremiales e importantes empresarios del país habían planteado la necesidad de dar una discusión amplia del tema pues se trata ni más ni menos de una clara violación de lo acordado. Aunque el gobierno colombiano tendrá un planteamiento mucho más conciliador, por primera vez decide acudir a la instancia contemplada por el propio TLC.Le sugerimos: 5 claves para entender el arancel a las importaciones de acero y aluminio anunciado por Donald TrumpMás allá de los arancelesLa imposición de aranceles a los productos colombianos de acero y aluminio es solo uno de los problemas que ha generado la guerra comercial iniciada en marzo por Estados Unidos. El otro tema grueso tiene que ver con la sobreoferta de estos productos en los mercados mundiales, que podría terminar afectando al colombiano si se llega a dar una ‘inundación’ de estos productos, que no logran ingresar a Estados Unidos. Para evitar este efecto colateral, el Ministerio de Comercio trabaja conjuntamente con la Dian para solicitar la declaración de importación anticipada para este tipo de productos, así como el aumento de las inspecciones físicas de estas mercancías. “De igual forma están activos los derechos antidumping que, desde tiempo atrás, Colombia aplica a varios países para evitar la competencia desleal de acero y aluminio”, aseguró el Ministerio de Comercio en un comunicado.Puede ver: Acero y aluminio de Colombia se quedaron sin rebaja de aranceles en EE.UU.