Las medidas de confinamiento para mitigar la pandemia, que terminarán la próxima semana, pusieron de presente una realidad en el país, y es que hay 2,6 millones de personas que tuvieron que pasar los cinco meses consigo mismo. Lo anterior, además de ser un dato demográfico nacional, también es una realidad que las autoridades tienen en el radar, pues una de cada tres personas encuestadas reportó sentirse sola, deprimida, estresada o preocupada. Así lo reveló el Dane en un reporte presentado esta semana, en el cual detalla que los hogares unipersonales, y en mayor medida las mujeres, se sienten deprimidas, según revelaron. "Esto va en línea con las disposiciones de aislamiento físico que interrumpe la red de apoyo social (presencial) y, en general, los hábitos de socialización de las personas". En consecuencia, las interacciones físicas se ven limitadas a las personas con quienes se reside, por ejemplo en el edificio, con las que a veces, escasamente, se comparte el saludo. El caso de las mujeres de más de 55 años es aún más preocupante: 4 de cada 10 dijo sentirse con bajo estado de ánimo por cuenta del aislamiento social, mientras que en los hombres de esa misma edad, la cifra es de 3 de cada 10.
Este es el resultado de las medidas de confinamiento decretadas a nivel nacional y en las regiones para contener la expansión de la pandemia, pero que tiene detrás una realidad: cada vez más ciudadanos están optando por vivir solos. De hecho, entre 2005 y 2018 (años de los últimos censos), los hogares unipersonales pasaron del 11 al 18,6 por ciento. En total, esto lleva a que actualmente 2,6 millones de colombianos vivan en esta condición, de los cuales, el 58 por ciento son hombres y el 42 restante mujeres. Según el Dane, la mayor proporción de integrantes de estos hogares se ubica entre los 20 y 29 años (17,8 por ciento), aunque hay un 3,5 por ciento que está conformado por personas entre los 10 y 19 años.
Radiografía de los hogares unipersonales en Colombia, por género y edad. Ahora, la dinámica poblacional en Colombia también revela que, si bien en los primeros rangos de edad los hombres participan más, a medida que incrementa la edad las mujeres aumentan su participación dentro del total de hogares unipersonales. Para quienes viven solos —ya sea por decisión u obligación— la situación puede ser más compleja de lo imaginado. Es más, los datos del Dane señalan que el 11,5 por ciento tiene alguna dificultad en su vida diaria, que puede ser menos llevadera con la cuarentena. Se trata de 305.000 personas que, por ejemplo, no pueden oír, hablar, ver, mover el cuerpo, agarrar o mover objetos, comer o vestirse por sí solas, entre otros impedimentos. Ingresos, gastos y calidad de vida De otro lado, la mayor parte de los colombianos que viven solos forman parte de los ciudadanos que tienen mayores ingresos en el país. "Si bien un hogar unipersonal tiende a tener menores ingresos que uno con dos o más personas, son los que tienen el mayor promedio de ingresos por persona", dice el Dane.
Por el lado de los gastos, este grupo poblacional tiene los más altos por persona y se destacan sus compras de bienes y servicios diversos, restaurantes y hoteles, educación y bebidas alcohólicas y tabaco. Lo anterior coincide con el hecho de tener los mayores ingresos promedio y la menor cantidad de gastos con dependientes y otros familiares, como sucede en familias de dos o más personas. No obstante lo anterior, como ‘la plata no es todo‘, el Dane señala que las personas que viven solas son las que menor puntuación otorgan a sus ‘percepciones de felicidad‘. "Las personas que viven solas reportan haberse sentido más tristes (2,13 en una escala de 1 a 10, donde 10 es todo el tiempo triste). Además, otorgan el menor puntaje a considerar que las cosas que hacen valen la pena (8,63) y también son los menos felices (7,89), aunque con diferencias muy pequeñas", concluye la entidad. Este es, sin duda, un campanazo para las autoridades de salud, que también señalan que las medidas de reactivación que comenzarán en septiembre permitirán mejorar los indicadores de percepción de calidad de vida de los colombianos solitarios. Eso sí, la llegada de la pandemia —y con esta, el menor contacto social— podría acelerar el crecimiento de los hogares unipersonales en Colombia.