Comprar vivienda. ¿Quién no está interesado en tener un activo que se valoriza y que, aunque no se adquiera por inversión, se haga por tener una estabilidad para la familia?

Aun así, frente a las fuertes caídas en ventas que ha tenido el sector, los analistas mencionan múltiples razones: las altas tasas de interés, el desistimiento de los hogares a la compra de un inmueble, el freno en la construcción por menor inversión privada. Pocos encaran el hecho de que también hay una talanquera en los requisitos que tiene que cumplir el ciudadano, principalmente en materia de ingresos, para lograr la aprobación de un crédito hipotecario.

Los bancos hacen ver las cosas fáciles. Las guías para los buscadores de créditos suelen exponer un paquete de preguntas, luego de las cuales estaría abierta la puerta para ser el beneficiario de un visto bueno para un préstamo. ¿Qué vivienda buscas?, ¿cuál es el crédito que quieres?, escoge la modalidad de pago, solicita el crédito… y listo.

Con esos requisitos, los colombianos se sienten del otro lado, como seguros propietarios de un inmueble.

Sin embargo, el camino no es tan despejado. No en vano, en el país el déficit habitacional es del 31 %, es decir, se necesitan al menos 5,2 millones de viviendas.

Cuestión de ingreso

Con frecuencia se escucha hablar de la tasa de interés en el crédito hipotecario, como el freno de mano al deseo de adquirir vivienda. Pero no es lo único. La percepción de riesgos que tiene el potencial comprador es un componente de peso en la financiación de la vivienda.

Como se trata de un crédito a largo plazo, las entidades financieras revisan con lupa la sanidad de la economía del hogar, pero además, la estabilidad del ingreso de los deudores para tener las garantías adecuadas.

Por ejemplo, el potencial comprador debe tener el 40 % de su ingreso disponible, según refirió Jesús Chávez, economista de Camacol, seccional Valle. Un ejemplo con cuentas de servilleta permite ver que un hogar con un salario mínimo, de 1.300.000 para 2024, tendría que disponer entonces de 520.000 pesos que queden por fuera de sus gastos mensuales, para que le puedan otorgar un crédito. Claro está, no hay que dejar de lado que existen los subsidios para la población con un ingreso interior a 4 salarios mínimos.

Pero en Colombia, el 43,1 % de los trabajadores gana menos de un salario mínimo, y el 15,7 % devenga un salario mínimo, y no hay subsidio para tantos potenciales receptores.

En todo caso, no resulta tan fácil como lo pintan, el volverse propietario en Colombia. El plan de pago, por lo general, se lleva unos 15 años. Al posible deudor le miran también la edad, pues si tiene muchos años, está latente el riesgo de que no logre pagar todo el crédito.

Dane, informe de cartera hipotecaria. | Foto: Dane

La vivienda es una inversión de largo plazo para los hogares, pero para los establecimientos de crédito, es la garantía de que el dinero prestado está asegurado. De esa manera, cuando aumenta la carga financiera que el hogar o el ciudadano debe soportar, se reducen sus posibilidades de ser ‘chuleado’ para obtener un crédito.