El sector de la construcción en Colombia enfrenta un panorama incierto. La demanda de nuevos proyectos ha caído significativamente, afectada por una desaceleración económica que se siente en todo el país. A esto se suma un cambio en las dinámicas laborales, donde la modalidad híbrida –una combinación de trabajo presencial y remoto– ha reducido la necesidad de grandes espacios, cambiando el enfoque hacia lugares que ofrezcan mayor flexibilidad y eficiencia.
En este escenario, el complejo empresarial Connecta 80, el cual contó con una inversión de casi 300 mil millones de pesos, se inaugura como una apuesta por la innovación en el desarrollo de oficinas.
Este proyecto, que espera albergar a más de 3.500 personas, ofrece un enfoque que responde tanto a las nuevas demandas del mercado laboral como a la creciente necesidad de sostenibilidad en el sector.
La pandemia aceleró un cambio estructural en las formas de trabajo, lo que llevó a muchas empresas a reconsiderar el uso de sus oficinas. Mientras algunas se abstuvieron o redujeron sus oficinas, otras decidieron mejorar las condiciones para atraer nuevamente a sus empleados.
En este contexto, Connecta 80 entra a competir como una respuesta a las necesidades actuales del mercado laboral, especialmente en sectores donde todavía consideran crucial la asistencia a un espacio de trabajo.
Según Alfredo Rizo, CEO y cofundador de Terranum, la empresa detrás del proyecto, defiende que la decisión de ubicar Connecta 80 en Engativá, al noroccidente de Bogotá, responde precisamente a un análisis detallado de la cercanía de los empleados a sus trabajos. “Tenemos identificado que la fuerza laboral en Bogotá está concentrada en esta zona. Es un punto estratégico donde muchos colaboradores pueden desplazarse en menos de 30 minutos, lo que reduce el tiempo de desplazamiento y mejora la calidad de vida de los empleados”, explica Rizo.
Así mismo, el cofundador señala que, aunque la demanda de oficinas ha sido más moderada, hay un “flujo hacia la calidad”, donde las empresas se han propuesto atraer a sus empleados de vuelta a la oficina progresivamente.
Rizo concluye sosteniendo que para lograr esto necesitan ofrecerles espacios que realmente les aporten valor, donde se sientan cómodos, productivos y donde puedan equilibrar su vida personal y laboral.