El exdirector de la Dian, Luis Carlos Reyes, salió del cargo, luego de casi dos años en la entidad que recauda impuestos y genera la mayor parte de los ingresos que necesita el Estado, dejando a su paso una estela de críticos en el Congreso de la República, donde se adelanta el debate al proyecto de ampliación del cupo de endeudamiento.
Wadhit Manzur, representante a la Cámara, se refirió a la solicitud hecha por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien sustentó que requieren ampliar la disponibilidad de la deuda, en 17.606 millones de dólares, y, no precisamente porque quieran endeudarse, “es porque está pagando lo que viene de atrás”, y en ello, hizo referencia al compromiso de crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se pactó a corto plazo en aquella época de la crisis, y ahora hay que honrar ese servicio.
Por supuesto, la deuda sube a medida que bajan los ingresos, pues la obligación se vuelve imposible de enfrentar. En ese sentido, Manzur le echo ‘agua sucia’ al saliente director de la Dian, a recordar que en el mismo estrado del Congreso, había hablado de una serie de números que, en esa misma ocasión, les fueron reclamados, por ser consideradas fuente no tan definidas. Es el casi de la litigiosidad, por lo que, de acuerdo con lo anotado por el parlamentario, ahora hay un hueco enorme en las finanzas públicas.
Por un lado, puso de presente que la solicitud de ampliación en el cupo es la más alta realizada por gobierno alguno. Pero, más aún, se hace en medio de circunstancias que han sido cuestionadas desde diversas trincheras: “no ejecutan, meten reformas sin establecer de dónde serán financiadas y se despliegan subsidios”.
A medida que avanzaba el debate iban interviniendo nuevos parlamentarios, como Cristian Garcés, de la oposición del gobierno, quien visiblemente molesto también mencionó a Reyes, por haber culpado al Ministerio de Hacienda y al mismo Congreso, de no haber aprobado la ley de arbitramento que fue radicada en el Congreso y de la debacle que el Estado tiene hoy en Caja (solo $4 billones), mientras que en los promedios anteriores la cifra llegaba a 25 billones.
El endeudamiento del país ya está en niveles de apuros, dijo Miguel Uribe, senador de la República, al señalar que se llegó a 57 % del producto interno bruto (PIB).
Responsabilidad, sostenibilidad fiscal eran las palabras que salían al ruedo en la mayor parte del debate, en el cual, se habló de que “ni la economía va bien, ni se está ejecutando y las finanzas públicas también avanzan por mal camino”, sostuvo Uribe.
Lo cierto es que, no es nada endeudarse, como está en este momento el país. El problema es salir del enrollo, ya que el país, según sostuvo Bonilla, el país requiere hacer un desembolso de 3.596 millones de dólares, incluidos los del FMI, pero hay un déficit en el cupo de 1.366 millones de dólares, ya que las reglas de juego indican que, si no se paga, no se amplía el cupo de endeudamiento.