Mientras la cosecha cafetera sigue de capa caída, con un descenso cercano al 30 por ciento por efecto de la ola invernal y la roya, hay buenas noticias en el consumo interno. Según el programa Toma Café, por segundo año consecutivo se registró un comportamiento favorable, pues creció 1,5 por ciento, equivalente a más de 60 millones de tazas adicionales servidas en el comercio, a pesar del incremento en los precios. El consumo de café soluble está aumentando a un mayor ritmo en la mayoría de regiones del país debido en gran parte a una mayor oferta de presentaciones personales. Sin embargo, el café tostado y molido sigue siendo el preferido entre los colombianos, ya que de cada 100 kilos que se venden, 86 kilos corresponden a esta categoría y 14 a café instantáneo.