El mercado global del petróleo está quebrado y el mundo está inundado de crudo que nadie necesita, por lo menos en este momento. Así lo concluye un artículo de la agencia Bloomberg, en la cual se afirma también que, en tiempos de países encerrados y personas en confinamiento, existe un superávit de producción "inmanejable" a nivel mundial. De acuerdo con el medio, los tanques en tierra en diversos mercados están llenos, situación que ha forzado a los comercializadores a guardar el exceso de crudo en superpetroleros que hoy están inactivos. Paralelamente, "las refinerías están empezando a apagarse, ya que nadie necesita los combustibles que producen", mientras que en los mercados físicos, "los barriles ya se están pagando a menos de 10 dólares". Según Gary Ross, un influyente observador del mercado petroleo y ejecutivo jefe de Black Gold Inverstors, "el frente logístico está luchando para mitigar esta situación, porque nos enfrentamos a una catastrófica pérdida de demanda".
Una caída acelerada De acuerdo conartículo de Bloomberg, la raíz de este coletazo económico está en una acelerada y sin precedentes caída en el consumo de petróleo a nivel mundial. Ni siquiera la gran crisis de 1929, ni los choques petroleros gemelos de 1973 y 1979, ni la crisis financiera global de la década pasada se acercan a lo que vive hoy la industria del crudo. Y es que el mundo usa, normalmente, unos 100 millones de barriles de petróleo al día, pero, en apenas unas semanas, comerciantes y analistas calculan que una cuarta parte de esta cifra ha desaparecido. "La demanda está claramente apagada y en algunas partes del mundo es muy drámatica la situación", le dijo a Bloomberg TV Mike Wirth, CEO de Chevron. Este panorama se ha agravado por cuenta de que el mundo se está quedando sin lugares para poner el petróleo, lo que suma al colapso de la aviación comercial a nivel mundial (por restricciones de vuelo), industria que ha recortado el uso del combustible para aviones en un 75%.
La sorpresa en este sector es que si bien la demanda está prácticamente muerta, los futuros del petróleo siguen por encima de la línea psicológica de los US$20, lejos del mínimo histórico de US$9,55, registrado en 1998. A pesar de lo anterior, Ben Luckock, codirector de comercio de Trafigura Group, asegura que es probable que los precios internacionales caigan otros US$10, llegando a un nivel de entre $14 y US$16. Entre tanto, concluye Bloomberg, "muchos productores son reacios a cerrar sus pozos, porque, a pesar de que están perdiendo dinero con los precios actuales, algunos flujos de efectivo son mejores que no recibir nada". No obstante, a medida que más refinerías paren sus operaciones, "el sistema de tuberías se detendrá y los tanques de almacenamiento se llenarán", llevando a que, pronto, no tengan más opción que cerrarlos.